El gobierno de Irán y el nuevo líder del grupo chií libanés Hezbolá, Naim Qasam, se mostraron indiferentes ante la victoria de Donald Trump en las elecciones en Estados Unidos en el conflicto de Medio Oriente.
La primera reacción oficial de las autoridades iraníes provino de la portavoz del gobierno, Fatemeh Mohajerani, quien dijo que «la elección del presidente de los Estados Unidos no tiene una relación clara con nosotros”.
Mohajerani aseguró que “las políticas generales de Estados Unidos e Irán son políticas fijas”, en una aparente referencia a las décadas de tensiones entre Teherán y Washington, que se remontan a la victoria de la Revolución Islámica en 1979.
“No habrá cambios en el nivel de vida de la gente y no importa mucho quién llegue a ser presidente de Estados Unidos.”, enfatizó en una rueda de prensa.
Sin embargo, el rial iraní cayó a mínimos históricos durante la mañana y llegó a intercambiarse a 710 mil riales por dólar, su valor histórico más bajo en el mercado libre, según la web Bonbast y precios confirmados por EFE en casas de cambio de Teherán.
Poco después se ha recuperado ligeramente, pero continúa en cifras por debajo de las semanas anteriores.
Por su parte, Naim Qasam consideró irrelevantes las elecciones en Estados Unidos para el desarrollo de la guerra con Israel, ya que aseguró que los estadounidenses brindan «apoyo limitado» al Estado judío para combatir contra el Líbano y contra la Franja de Gaza.
«Nos da igual que gane Harris o Trump porque no dependeremos de los movimientos que haya en la política, pero sí dependemos de lo que ocurra en el terreno», dijo Qasem en un discurso televisado, en el que acusó a Estados Unidos de ser «el gran diablo», pero no se pronunció explícitamente sobre la victoria del republicano.
Tensiones por la escalada bélica en Oriente Medio
Durante el primer mandato del republicano, Irán y Estados Unidos vivieron fuertes tensiones que acercaron a los dos países a un conflicto directo como consecuencia del asesinato en 2020 en Bagdad de Qasem Soleimaní, general al frente de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria.
Pero sobre todo, Trump abandonó unilateralmente en 2018 el acuerdo nuclear firmado por seis potencias en 2015, que limitaba el programa nuclear iraní a cambio del levantamiento de las sanciones económicas.
El republicano reinstaló las sanciones, lo que hundió la economía iraní hasta hoy, e Irán respondió con un aumento considerable de su programa nuclear, que también sigue vigente.
Pero ahora, Trump llega a la presidencia en medio de un nuevo incremento en las tensiones entre Tehéran y Washington por la escalada bélica de Tel Aviv en la región.
Victoria de Trump alegra a algunos
A pesar de las posibles tensiones y la caída del rial, algunos iraníes han celebrado la victoria de Trump con la esperanza de que el republicano acabe con la República Islámica de Irán y el gobierno de los ayatolás.
“Yo estoy contento por la victoria de Trump en las elecciones de Estados Unidos”, dijo a EFE Milad, un taxista de 40 años de Teherán.
El conductor opinó que en su primer mandato el republicano “debilitó al sistema iraní con la presión que les impuso” y espera que ahora suceda lo mismo.
Una opinión similar mantuvo Haniya, una empleada de 30 años de una casa de cambio y quien participó en las protestas de 2022, desatadas por la muerte de Mahsa Amini tras ser detenida por no llevar bien puesto el velo islámico.
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