El relevo en el Poder Legislativo de Veracruz está a la vuelta de la esquina. El 5 de noviembre se instalará la Sexagésima Sexta Legislatura, marcando el inicio de una nueva etapa en la que los equilibrios del pasado quedarán atrás.

Domingo Bahena, secretario general del Congreso local, envió el oficio correspondiente a los diputados electos, quienes deberán presentarse en el recinto oficial de sesiones para rendir protesta y asumir funciones.

Los diputados salientes pronto serán historia, pues en menos de una semana serán reemplazados por un nuevo grupo que contará con una abrumadora mayoría de legisladores de la Cuarta Transformación (4T). Gracias a los resultados de las elecciones locales de este año, Morena y sus aliados tendrán el suficiente respaldo en el Congreso local para aprobar cualquier iniciativa enviada desde el Poder Ejecutivo.

La presencia de la oposición en Veracruz sólo será testimonial, similar a lo que ocurre en el Congreso de la Unión. En esta nueva legislatura, el PAN tendrá apenas cinco curules, el PRI contará con dos y Movimiento Ciudadano también tendrá dos.

Con el triunfo en 29 de los 30 distritos locales de la entidad, la 4T dominará prácticamente todas las votaciones del Congreso. La distribución de espacios por representación proporcional también favoreció a Morena, que contará con nueve diputados plurinominales, además de los dos del Partido Verde y uno del PT.

Esta nueva composición refleja el fin de los contrapesos en el Congreso local veracruzano, evocando el pasado priista que se vivió antes de la alternancia política que comenzó en 2000. Heberto Castillo, una de las voces más prominentes de la izquierda mexicana, resumía la situación de la oposición en el Congreso con la frase: ganamos todos los debates, pero perdemos las votaciones.

Algo similar podría suceder en Veracruz: sin una presencia significativa en el Poder Legislativo, los diputados de oposición parecen condenados a ser actores secundarios en una obra donde la mayoría morenista asumirá el protagonismo.

A pesar de la adversidad, algunos diputados de oposición podrían desempeñar un papel destacado. Entre ellos se encuentran las panistas Monserrat Ortega y Enrique Cambranis, ambos con experiencia legislativa, así como el experimentado priista Héctor Yunes.

Por otro lado, el futuro desempeño de dos integrantes del grupo conocido como “los Yunes azules” –Fernando Yunes Márquez e Indira Rosales– es incierto, aunque no causará sorpresa si terminan como aliados de la 4T.
Dentro de Morena, además del liderazgo de Esteban Bautista en la Junta de Coordinación Política, hay otros diputados a seguir, como Tanya Carola Viveros, Bertha Ahued, José Ricardo Ruiz y Diego Castañeda, entre otros.

Esta nueva Legislatura representa tanto un reto como una oportunidad para la política veracruzana. El futuro de la oposición dependerá de su capacidad para articular propuestas que resuenen con la ciudadanía y contrarrestar el predominio de una mayoría que hoy parece invencible.

@luisromero85