A unos cuantos días de que concluya el sexenio, y sin nadie que se lo impida, el presidente Andrés Manuel López Obrador está a punto de conseguir que el Congreso apruebe el modelo de Guardia Nacional que quiso durante todo su gobierno: una institución adscrita al Ejército, con capacidad de investigar y con fuero militar.

Estas características fueron planteadas por Morena desde 2019, pero en ese entonces la presión de organizaciones sociales, especialistas y la oposición en el Senado provocaron que el partido guinda hiciera modificaciones para que la Guardia Nacional tuviera un carácter civil.

El día de ayer la Cámara de Diputados dio marcha atrás a esos acuerdos alcanzados hace seis años y, a través de su mayoría calificada, aprobó una reforma para retomar su idea original con el argumento de que la Guardia Nacional tiene que estar adscrita al Ejército para consolidarse.

La oposición no se quedó callada y reclamó a Morena el giro de 180 grados. “Se dijo que la Guardia Nacional sería con un mando completamente civil. Que habría también un proceso de transición de cinco años para llevar a cabo el fortalecimiento de las policías locales y de las policías municipales. Pero eso no sucedió, completamente fue un engaño de Morena y del presidente”, criticó Héctor Saúl Téllez, diputado del Partido Acción Nacional (PAN).

Movimiento Ciudadano recordó que Morena aceptó en 2019 utilizar a las Fuerzas Armadas de manera excepcional por cinco años, mientras la Guardia Nacional se consolidaba. Eso cambió totalmente con la reforma aprobada ayer, pues ahora esta institución pasará a formar parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

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“Ustedes mismos ignoran ahora su propia postura (del 2019), al impulsar una reforma que contraviene lo que debería ser excepcional y temporal por algo que sea permanente e indefinido”, reclamó Gustavo de Hoyos, legislador de Movimiento Ciudadano.

El proyecto original de la Guardia Nacional

El 16 de enero de 2019, los diputados de Morena aprobaron una primera versión de la Guardia Nacional que contenía fuero militar para sus integrantes, una adscripción mixta con el Ejército y capacidades de investigar junto con los ministerios públicos.

Esa primera versión votada por los diputados incluso tenía un artículo quinto transitorio que permitía al Ejército tomar el control de la Guardia Nacional en sus primeros cinco años de existencia para consolidarla. No obstante, los legisladores de Morena eliminaron ese apartado por las críticas que recibieron.

Desde ese momento el presidente mostró su inconformidad. “No estoy satisfecho”, dijo López Obrador en su conferencia matutina del 17 de enero de 2019, luego de la eliminación del artículo quinto transitorio. “Es como si fuese una reedición de la Policía Federal”, siguió reclamando el mandatario ante el cambio hecho por los diputados.

Pese a los reclamos del presidente, en el Senado de la República los integrantes de Morena hicieron aún más cambios a la reforma para crear la Guardia Nacional, pues ahí eliminaron su fuero militar y su capacidad de investigar, además de garantizar que estaría adscrita a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).

La Guardia Nacional se mantuvo así durante este sexenio, aunque el presidente López Obrador hizo intentos por darle más control al Ejército, primero nombrando a un general en retiro como encargado de la dependencia y después intentó reformar una ley secundaria para que las Fuerzas Armadas se hicieran cargo de la institución. Este segundo intento fue invalidado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

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Morena vuelve al proyecto original de la Guardia Nacional

Seis años después, y luego de todos los cambios aprobados por el Congreso, Morena propone regresar a su proyecto original de la Guardia Nacional, que da el control total de esta institución de seguridad a la Sedena.

En la iniciativa original que Morena buscaba aprobar se establecía que la Guardia Nacional quedaría adscrita de forma mixta a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, al mismo tiempo que al Ejército.

En lo que refería a la planeación, programación y ejecución de sus funciones, la Guardia Nacional quedaba bajo el mando de la SSPC. Mientras que en lo relativo a la estructura, disciplina, régimen de servicios, ascensos, prestaciones, profesionalización y capacitación, la Guardia Nacional estaba subordinada a la Sedena.

Esta adscripción mixta fue criticada por la sociedad civil y por la oposición, por lo que los legisladores de Morena aceptaron dar marcha atrás y que la Guardia quedara totalmente bajo el mando de la SSPC

Sin embargo, con la nueva propuesta de reforma a la Guardia Nacional, que forma parte del llamado “Plan C”, de nuevo se busca que esta institución de seguridad quede subordinada al Ejército al establecer que será “dependiente de la secretaría del ramo de defensa nacional”.

El fuero militar para la Guardia Nacional es otra propuesta que Morena ya había planteado desde 2019 y que seis años después vuelve a ser retomada.

En 2019 se buscaba que los juzgados militares sancionaran las faltas contra la disciplina militar, mientras las autoridades civiles podían atender los delitos cometidos por la Guardia Nacional, pero esta idea también fue retirada por Morena a petición de la oposición y los expertos.

Seis años después, el presidente López Obrador ha vuelto a plantear el fuero al señalar que “los tribunales militares en ningún caso y por ningún motivo podrán extender su jurisdicción sobre personas que no pertenezcan del Ejército, Fuerza Aérea, Armada y Guardia Nacional”.

La capacidad de investigación para la Guardia Nacional, otra propuesta rechazada hace seis años por los legisladores de Morena y la oposición, vuelve de nueva cuenta en la propuesta que la Cámara de Diputados aprobó este 19 de septiembre

“La investigación de los delitos corresponde al Ministerio Público, a las policías y a la Guardia Nacional, en el ámbito de su competencia”, indica la reforma aprobada por la Cámara de Diputados, similar a lo que hace seis años fue rechazado.

Morena ahonda militarización de la Guardia Nacional

Morena no solo recuperó ideas de su proyecto original de Guardia Nacional, sino que ahondó la influencia que el Ejército tendrá en esta institución de seguridad, y en general en las actividades que podrá realizar en el país.

Como ejemplo está el artículo 129 constitucional que originalmente señala que en tiempo de paz las autoridades militares no pueden ejercer más funciones que las que estén conectadas a la disciplina militar.

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Con la reforma al artículo 129, este permitirá que en tiempos de paz las autoridades ejerzan las funciones que estén previstas en la Constitución y en las leyes que de ella emanen.

La diputada Irais Virginia Reyes, de Movimiento Ciudadano, alertó que el artículo 129 es el más peligroso de toda la reforma “porque posibilita la intervención de las Fuerzas Armadas en cualquier aspecto de la vida pública, sin mecanismos de control y transparencia”.

Además de esta modificación, la reforma que Morena busca aprobar también propone que la Guardia Nacional sea parte de la Fuerza Armada Permanente, junto con el Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea.

De igual forma el titular de la institución de seguridad deberá tener el cargo de General de División de la Guardia Nacional, y en tanto nadie tenga ese rango la dependencia podrá estar bajo el mando de un General de División del Ejército.

También se abre la posibilidad de que integrantes de la Guardia Nacional, la Marina y la Fuerza Aérea puedan competir por la Presidencia de la República. Solo deben dejar de estar en servicio activo en estas instituciones antes de las elecciones. Actualmente solo se hacía explícito que integrantes del Ejército podían competir por ese cargo.

La reforma aprobada por la Cámara de Diputados fue enviada al Senado de la República para su análisis y se tiene previsto que sea aprobada la siguiente semana, por lo que el presidente López Obrador podría promulgarla antes de que concluya su sexenio, si 17 Congresos locales la avalan antes del 30 de septiembre.

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