El espectáculo a orillas del Sena, que se celebró en el marco de la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024, reunió a cientos de personalidades del mundo del arte, el deporte y la política, además de presentar actuaciones de destacados artistas. La velada fue un despliegue de talento y emoción que dejó una huella imborrable en los asistentes y espectadores.

En uno de los intervalos del desfile por el río Sena de las delegaciones, luego del paso de la embarcación de la Argentina, se dio el primer número musical de la tarde-noche en la ciudad francesa con la aparición de Lady Gaga, interpretando el tema Mon truc en plume, de Zizi Jeanmaire, canción emblemática del music-hall francés. Luciendo un traje negro y rodeada de bailarines que agitaban plumeros rosados, la cantante estadounidense desplegó su talento en la fiesta olímpica.

Nada sorprendente para Lady Gaga, que cantó en francés “La vie en rose”, un clásico de Edith Piaf, en la película “Ha nacido una estrella” en 2018. Zizi Jeanmaire, fallecida en 2020 y cuyo centenario se celebra desde su nacimiento, quedó como una de las voces de un París descarado y sin inhibiciones.

La presencia de Gaga en París ya había intensificado los rumores sobre su participación en el evento. Videos en redes sociales mostraron a la intérprete de Bad Romance saludando desde su automóvil en la capital francesa, incrementando aún más la expectativa sobre su posible actuación. La artista venía de una prolífica etapa en su carrera, protagonizando la filmación de la película Joker: Folie à Deux en el papel de Harley Quinn junto a Joaquin Phoenix, además de haber concluido recientemente su residencia en Las Vegas, Enigma + Jazz & Piano, y su séptima gira de conciertos, The Chromatica Ball, en 2022.

La actuación en los Juegos Olímpicos marcó el regreso de Lady Gaga a un escenario televisado desde su interpretación de Hold My Hand en los Premios de la Academia del año pasado. La canción, parte de la banda sonora de Top Gun: Maverick, fue nominada a Mejor canción original, subrayando una vez más su relevancia en la industria musical.

Además de la presencia de Lady Gaga, hubo otros números artísticos impactantes, como la participación de 80 artistas del Moulin Rouge que interpretaron el can-can, un baile icónico que data de 1820. Luego, 500 bailarines actuaron alrededor del Pont Notre-Dame y del Ayuntamiento de París.

Siguiendo con el tema del espíritu francés, la cantante de ópera clásica Marina Viotti y el grupo de heavy metal Gojira interpretaron Ah, ça ira, una famosa canción entonada por los revolucionarios franceses. A continuación, Viotti, la Orquesta Sinfónica de París y su coro cantaron la famosa aria de Carmen, de Georges Bizet: L’amour est un oiseau rebelle (también conocida como «La Habanera»).

Más tarde, saltó a la escena la estrella francesa del pop Aya Nakamura y la orquesta de la Guardia Republicana Francesa, a la que se unieron 36 coristas del ejército francés. Interpretaron Pookie, Djadja, For Me Formidable y La Bohème de Charles Aznavour. Este segmento de la fiesta se representó en el Pont des Arts, puente que une el Instituto de Francia con el Museo del Louvre, uniendo el mundo académico y el de las artes.

Infobae

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