A 30 años de que el presidente Ernesto Zedillo impulsara una reforma para jubilar a 26 ministros, reducir de 26 a 11 el número de integrantes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y se aprobara la creación del Consejo de la Judicatura, México se encamina a otra gran reforma, la de Andrés Manuel López Obrador apoyada por Claudia Sheinbaum, la virtual presidenta, la cual ha captado la atención dado que para los expertos puede ser riesgosa para la justicia, para la independencia judicial, y para los contrapesos.

En el fin del sexenio cuando suele haber un impasse en la actividad gubernamental y legislativa, debido al periodo de transición y al término del último periodo de la Legislatura, la reforma al Poder Judicial es el principal tema de conversación en reuniones, discusiones y, en unos días, hasta en una encuesta.

Lo anterior porque para los expertos, la reforma al Poder Judicial es una prioridad del presidente,

“Definitivamente, la intención del presidente es sacarla en septiembre, a él le urge porque sería parte de sus últimas acciones de gobierno, sería como su legado”, explica Miguel Manrique, licenciado en Derecho y maestro en Políticas Anticorrupción por el Inacipe.

Y esa prioridad no es algo nuevo, dado que desde febrero de este año el presidente López Obrador envió la iniciativa para reformar al Poder Judicial a través de 16 cambios a artículos constitucionales para democratizar la impartición de justicia, la cual, en campaña, Claudia Sheinbaum abrazó e integró entre sus propuestas.

La velocidad con la que se ha concentrado el tema ha causado turbulencia en los mercados, además, el nerviosismo se explica porque la misma contempla que jueces, magistrados y ministros sean electos por voto ciudadano; también se incluye la reducción del número de integrantes de la SCJN, se fijen límite a los sueldos y se fije una disminución al tiempo para ocupar el cargo.

Reforma ocupa a Sheinbaum

La virtual presidenta fue clara desde hace meses respecto a la reforma al Poder Judicial, la cual incluyó en su eje de “República Segura y con Justicia”.

En los casi 200 mítines que realizó por todo el país, Sheinbaum preguntó a los ciudadanos:

“¿Cómo son los jueces en nuestro país?, ¿son buenos?”, acto seguido planteaba que no había mejor forma de elegir a los jueces que mediante voto ciudadano.

Ya en sus primeros días, la reforma al Poder Judicial ha ocupado gran parte de su agenda. Y ante la volatilidad de los mercados ha ofrecido diálogo, parlamento abierto, encuesta y ha garantizado que no debe haber ninguna preocupación porque México tiene una economía sólida.

La preocupación radica en que a la próxima presidenta, los mexicanos le dieron mayoría calificada en la Cámara de Diputados, con lo que puede realizar prácticamente cualquier modificación a la Constitución.

En la reunión que sostuvieron el lunes pasado el presidente Andrés Manuel López Obrador y la virtual presidenta electa de México acordaron que la reforma al Poder Judicial será una de las primeras a discutirse y, eventualmente, aprobarse en septiembre.

Arturo Zaldívar, ministro en retiro y expresidente de la Suprema Corte, es uno de los interlocutores de Claudia Sheinbaum para la reforma al Poder Judicial. Hace unos días adelantó que se harán los ajustes que se tengan que hacer a la iniciativa enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, lo que abre la posibilidad de que a diferencias de otras reformas que fueron aprobadas sin moverles una coma, esta iniciativa sí tendrá cambios.

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