El viernes pasado trascendió que el empresario argentino Carlos Ahumada Kurtz, relacionado con el caso de los videoescándalos en la administración de Andrés Manuel López Obrador como jefe de gobierno capitalino, había sido detenido en Panamá.
Se esperaba que Ahumada, quien también tiene la nacionalidad mexicana, fuera extraditado a su país adoptivo, donde está acusado de fraude genérico en obras del entonces Distrito Federal de 2000 a 2006, periodo en el que gobernó el ahora Presidente de la República.
El gobierno mexicano disponía de 24 horas para presentar las pruebas que permitieran retenerlo por las acusaciones en su contra. Sin embargo, hasta el mediodía del viernes, no se reportaba ninguna versión oficial de las autoridades mexicanas sobre la detención del polémico empresario, quien se hizo famoso por financiar las campañas de los candidatos del PRD, principalmente en la capital del país, entre ellos a Carlos Imaz, esposo todavía de Claudia Sheinbaum, al cual también videgrabó.
El sábado se supo que el Servicio Nacional de Migración (SNM) de Panamá había deportado a Paraguay a un ciudadano argentino-mexicano que transitaba a Guatemala procedente de Asunción, cuya descripción coincidía con la del empresario Carlos Ahumada Kurtz.
En su edición del domingo, el diario La Jornada lanzó esta interrogante en su mini editorial de la Rayuela, que aparece siempre en su contraportada: “¿Por qué dejaron ir a Ahumada?”.
Según el diario capitalino más afín al obradorismo, el pasado viernes las autoridades mexicanas les habían confirmado que el empresario había sido detenido por agentes migratorios en Panamá, y que era buscado por la justicia mexicana por defraudación fiscal.
“Si bien fuentes cercanas al caso señalaron que había contacto entre las autoridades de México y de Panamá para discutir los términos de una extradición, el SNM indicó que se comunicó con Interpol México para saber si había interés en su extradición, pero no recibió respuesta”, publicó el periódico que dirige la periodista Carmen Lira, comadre del presidente López Obrador.
La publicación señaló que, de acuerdo con el SNM de Panamá, se confirmó que dentro de la base de datos de la Secretaría General de la Organización Internacional de Policía Criminal Interpol en Lyon, Francia, mantiene notificación Roja y es requerido por las autoridades de México por el delito de fraude genérico y fraude continuado.
La causa que la Fiscalía General de la República (FGR) tiene abierta en contra de Ahumada en la carpeta 38/2007, se relaciona con la supuesta defraudación fiscal equiparada cometida entre 2002 y 2003 por el empresario que asciende a un millón 647 mil 236 pesos en agravio de las entonces delegaciones Gustavo A. Madero y Tláhuac.
Sin embargo, hasta la noche del sábado, la FGR no se había pronunciado por la supuesta falta de solicitud de extradición de Ahumada a México.
Ayer, sorpresivamente, la Fiscalía a cargo del doctor Alejandro Gertz Manero informó que la Procuración General de la Nación Argentina le notificó que, en su audiencia correspondiente a este lunes, Ahumada Kurtz había manifestado ante las autoridades de aquel país, que se allanaba a la solicitud de extradición correspondiente al delito del fuero común de fraude, ya que un juez federal le había otorgado hace un mes una suspensión provisional contra la orden de aprehensión.
¿Acaso le viene a “ahumar” la toma de posesión a Sheinbaum?
Y es que el empresario, detenido anteriormente en Argentina en 2019 y cuya extradición a México fue catalogada esa vez como procedente por el país sudamericano, fue el protagonista de los llamados videoescándalos, de 2004, en el que se le observó entregando fajos de dinero a René Bejarano, secretario particular del entonces jefe de gobierno, Andrés Manuel López Obrador.
Bejarano fue desaforado y encarcelado en el Reclusorio Sur, en noviembre de 2004, y el 6 de julio de 2005 fue absuelto de las acusaciones.
Otros personajes que aparecieron en los videos fueron Gustavo Ponce, quien era el secretario de Finanzas del Gobierno encabezado por López Obrador, y que, el 2 de marzo de 2004, fue exhibido apostando en el casino Bellagio, en Las Vegas, Nevada, y fue destituido del cargo e investigado por un fraude por 31 millones de pesos en la entonces delegación Gustavo A. Madero.
Lo acusaron de fraude genérico, enriquecimiento ilícito y peculado, por lo que fue sentenciado a 8 años y 16 días de prisión, en el penal del Altiplano y luego en el Reclusorio Norte hasta que cumplió su condena y fue liberado el 14 de marzo de 2014.
Otro involucrado fue Carlos Imaz, exesposo de la actual jefa de gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum, quien fue Coordinador General de Participación Ciudadana, presidente del PRD en el entonces Distrito Federal y jefe delegacional en Tlalpan.
Imaz reconoció que Ahumada le dio dinero en efectivo para las campañas de la ex lideresa perredista Rosario Robles, quien al inicio del régimen del presidente López Obrador fue recluida en el Penal Femenil de Santa Martha Acatitla por la llamada “Estafa Maestra” en la que se le implicó como ex titular de la Sedesol y de la Sedatu en el sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto.
Robles fue pareja sentimental de Ahumada cuando fue presidenta nacional del PRD (2002-2003). El empresario huyó del país, en 2006 y un año después fue detenido en La Habana, Cuba, por una petición de extradición del gobierno mexicano. Fue deportado, pero liberado ese mismo año y se regresó a Argentina.
Durante su estancia en Cuba confesó que la filtración de los videos fue una treta pactada con el entonces senador del PAN, Diego Fernández de Cevallos, y el expresidente Carlos Salinas de Gortari, a cambio de protección y negocios, declaración que fue grabada por el gobierno del fenecido comandante Fidel Castro.
En 2019 fue aprehendido nuevamente por la Interpol en Buenos Aires, relacionado con la evasión de impuestos en México; su captura se dio casualmente días después del encarcelamiento de Robles Berlanga, de quien se separó por los videoescándalos.
Después de saber que un juzgado argentino había autorizado su extradición a México, donde se giró una orden de aprehensión, Ahumada pidió que lo dejaran en paz, a él y a su familia, al argumentar que no había cometido ningún delito y que, de lo contrario, daría a conocer más videos de funcionarios de alto nivel cercanos al presidente López Obrador.
“La causa judicial por la que Claudia Sheinbaum pidió mi extradición está totalmente prescrita. Si bien con argucias jurídicas y rindiendo informes falsos y mentirosos consiguieron que, por el momento, el juez argentino le diera trámite al pedido de extradición y entrega la resolución que fue noticia ayer, lejos está de que quede firme esa resolución”, afirmó en aquella ocasión en una entrevista que concedió a Grupo Fórmula.
En diciembre de 2021, en entrevista telefónica desde Buenos Aires, Ahumada declaró que había apelado esa resolución y que hasta febrero de 2022 el expediente sería analizado por la Corte Suprema de Argentina. En esa ocasión dijo que estaba “muy lejos de resolverse”.
Señaló que, de proceder la petición, como es de origen argentino puede pedir que se le juzgue en Argentina por los cargos que lo acusan en México, y ahí evaluarán si tiene algo que responder ante la justicia.
“Por ningún motivo Andrés Manuel López Obrador y, especialmente en este caso, Claudia Sheinbaum, van a conseguir llevarme a México”, aseguró hace tres años.
Ahora, sorpresivamente, Ahumada decidió allanarse a la extradición para ser traído y juzgado en México por el delito de fraude en el fuero común, ya que consiguió una suspensión que impide que sea detenido por la Fiscalía capitalina bajo control de Sheinbaum y encarcelado al momento de llegar al país.
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