En el marco de un año electoral crucial para México, se vuelve indispensable reflexionar sobre la importancia de la democracia y la participación ciudadana. La democracia no es solo un sistema de gobierno, sino la expresión más genuina de la voluntad de la sociedad y un pilar fundamental para la paz y la justicia social.

La esencia de la democracia radica en la participación activa de sus ciudadanos. Cada voto cuenta y representa la voz de una persona comprometida con el futuro de su país. En las elecciones federales de 2018, la participación ciudadana alcanzó el 63.4% del padrón electoral, según datos del Instituto Nacional Electoral (INE). Este nivel de participación no solo legitima a los gobiernos electos, sino que también refuerza la interacción social entre gobernantes y gobernados.

Sin embargo, para que esta participación sea efectiva, es crucial que los ciudadanos estén informados y educados cívicamente. La Encuesta Nacional de Cultura Cívica (ENCUCI) 2020 reveló que solo el 37.8% de los mexicanos considera que la educación cívica recibida en la escuela es suficiente. Por lo tanto, mejorar la educación cívica debe ser una prioridad para que cada mexicano entienda la relevancia de su voto y las consecuencias de su participación o apatía.

La confianza en el proceso electoral es otro pilar de la democracia. En México, el INE y los organismos electorales locales juegan un papel fundamental en garantizar elecciones libres y justas. Según la Encuesta Nacional de Cultura Cívica 2020, el 55.1% de los mexicanos confía en el INE, una cifra que refleja una mejora respecto a años anteriores, pero que aún requiere fortalecimiento. Es vital que estos organismos operen con total transparencia y cuenten con la confianza de la ciudadanía.

En Veracruz, las elecciones del próximo 2 de junio representan una oportunidad clave para que los ciudadanos ejerzan su derecho al voto y fortalezcan la democracia. Esta jornada electoral es de suma importancia, ya que permitirá refrendar nuestra obligación constitucional como ciudadanos.

La participación activa de las ciudadanas y los ciudadanos veracruzanos es esencial para garantizar que las autoridades electas representen sus intereses y necesidades. Es crucial que cada residente veracruzano salga a votar, entendiendo que su voz y su voto son fundamentales para la construcción de un futuro más justo y equitativo.