Para probar el funcionamiento, los investigadores la colocaron en un sensor de oxímetro de pulso
Un grupo de investigadores de la Universidad de Tohoku, en Japón, creó una batería de magnesio-aire (Mg-aire) que se activa con el agua, que además de tener alto rendimiento, es de bajo costo.
De acuerdo con el científico Hiroshi Yabu, autor del estudio, «para este dispositivo nos inspiramos en el mecanismo respiratorio de las plantas”.
En este sentido, explicó que el proceso de “la fotosíntesis es análoga al proceso de cargar y descargar baterías. Así como las plantas usan energía solar para sintetizar azúcar a partir del agua del suelo y dióxido de carbono en el aire, nuestra batería usa magnesio como sustrato para generar energía a partir de oxígeno y agua”.
Describió que para la fabricación de esta batería, pegaron una hoja de magnesio al papel y agregaron el catalizador catódico y la capa de difusión de gas directamente al otro lado del papel.
Se conoció que la batería de papel alcanzó un voltaje de circuito abierto de 1,8 voltios, una densidad de corriente de 1,0 voltios de 100 mA/cm² y una potencia máxima de 103 milivatios/cm².
Al respecto, Yabu indicó que “la batería no sólo ha demostrado resultados impresionantes en términos de rendimiento, sino que funciona sin el uso de materiales tóxicos . Utiliza cátodos de carbono y un electrocatalizador de pigmentos que han pasado evaluaciones rigurosas”.
Dispositivos ligeros, alto rendimiento y un futuro más verde
Cabe destacar la infinidad de usos del papel en la evolución de la humanidad, en la actualidad incluso, su utilidad no se limita exclusivamente a la escrituras, ahora el mismo papel de los dispositivos ligeros ayudan a reducir la dependencia de materiales metálicos o plásticos.
Además, existen dispositivos de diagnóstico en papel que permiten una detección rápida y económica de enfermedades infecciosas hasta baterías y dispositivos energéticos que ofrecen una alternativa respetuosa con el medio ambiente para la producción de energía bajo el interés de un mundo más verde.
Para probar el funcionamiento de la batería de papel, los investigadores la colocaron en un sensor de oxímetro de pulso y un sensor GPS. Ilustrando así su versatilidad para dispositivos portátiles.
Los detalles de esta investigación se publicaron en la revista RSC Applied Interfaces el 18 de marzo de este año.
fusernews.com
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