Salvo que en el debate dé un campanazo, lo que se ve muy complicado dadas sus circunstancias, la candidata Rocío Nahle tiene perdida la campaña.
Claro que eso solo es una etapa del proceso electoral. Falta ver qué dicen los electores el día de las votaciones y cómo operan desde la 4T para tratar de darle la vuelta al panorama actual.
A Rocío Nahle la oposición la acorraló y no la ha dejado salir de la incómoda posición de los escándalos.
Así las cosas, ni siquiera ha podido transmitir lo que ofrece a los veracruzanos para que voten por ella y sea gobernadora.
Por sobre sus ideas de cómo gobernar a Veracruz está presente lo de sus supuestas propiedades multimillonarias y otras irregularidades que prácticamente no hay día que no sean expuestas.
Ella (y su equipo) no ha podido quitarse de encima las acusaciones que la persiguen y de una mansión en la que vive en Boca del Río (El Dorado) que dice no es suya pero sí renta, ahora los señalamientos la ubican hasta con un departamento en Nueva York, independientemente de que el empresario Arturo Castagné le atribuye más propiedades en Tabasco, Ciudad de México y Nuevo León.
No es la candidata de Morena la que debería invertir su energía en aclarar y desmentir con precisión las acusaciones, tendrían que ser sus asesores y demás gente que la rodea, pero está visto que no tienen capacidad para eso.
Para empezar el coordinador de su campaña, Rodrigo Calderón, en vez de colaborar para que Nahle tenga la imagen de ganadora, ni se ve ni se siente, salvo ahora que lo acusan de utilizar en campaña una camioneta del Ayuntamiento de Martínez de la Torre, del que es alcalde con licencia.
Por eso y la inexperiencia hasta el momento solo medio han aclarado unos puntos de la andanada contra la candidata de Morena, pero quedan los más importantes sin ser desmentidos con claridad.
A la campaña casi solo le queda un mes y no se ve cómo Rocío Nahle pueda sacudirse las denuncias y mejorar su imagen.
Por el contrario, es más seguro que en las semanas que faltan surjan más acusaciones y los escándalos continúen persiguiéndola.
A estas alturas ya es tarde para hacerle caso al exgobernador Javier Duarte, quien a tiempo le mandó este mensaje a Nahle:
«Respetuoso comentario para la tía Chío: Esta elección la tiene ganada salvo que cometa el enorme error de confiarse, la soberbia de su equipo es preocupante, aconsejo apretarlos. Primero tienen que ganar para repartirse el pastel».
Desgraciadamente para los intereses en general de Morena, en Veracruz ha prevalecido, entre otras cosas negativas, la soberbia en distintos frentes y en los más altos personajes.
Ante todo lo anteriormente expuesto es que se afirma que tiene perdida la campaña, ¿también perderá las elecciones?
Por lo pronto en su cuartel y entre su gente hay nerviosismo y no priva el mejor ambiente.
Comentarios