Las personas dedicadas a tejer y comercializar las palmas afuera de la catedral metropolitana refieren que el oficio lo aprendieron desde niños y hoy se muestran agradecidos con los adultos mayores de sus familias por encausarlos en este oficio.

De acuerdo con el Nuevo Testamento de la Biblia, con el Domingo de Ramos inicia la Semana Santa y tiene el propósito de conmemorar lo descrito en los evangelios: la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, aclamado triunfalmente por una multitud como el Mesías. Jesús iba montado en un asno y sus seguidores lo recibieron al grito de “¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!”.

Año con año, llegan a Xalapa tejedores de palmas provenientes de Oaxaca, Puebla, y de San Andrés Tlalnelhuayocan a fin de vender en las escalinatas de la catedral metropolitana con el permiso de la Arquidiócesis de Xalapa.

De la región Mixteca estado de Oaxaca llegó el señor Diego y su familia para vender las palmas tejidas hechas con popote de trigo, que ellos mismos sembraron el año pasado.

Diego con edad de 59 años y su familia viajaron 10 horas para llegar a Xalapa, y poder vender las figuras de elaboradas con popote de trigo seco.

“Sí le contará mi historia: Somos una familia que toda la vida nos hemos dedicado a esto. Comenzó mi suegro Esteban en 1954, de hecho él inventó tejer el popote de trigo fue el primero en el pueblo, y de ahí le siguieron sus hijos y el pueblo que aprendió, y mi suegro es el primero en llegar al estado de Veracruz” dijo

Refirió que aprendió a tejer el popote de trigo desde la edad de 8 años, y se siente agradecido con “Don Esteban” que le mostró el camino para vender cada Domingo de Ramos al lado de la familia.

“Gracias a mi suegro sabemos desde sembrar el trigo, venderlo cómo trigo para elaborar pan, y luego recoger, separar el popote del trigo, tejerlo en figuras que venimos a vender” dijo el hombre apostado en las escalinatas de la catedral, con un sombrero puesto que repele los rayos del sol y una temperatura de 28 grados registrada en la capital del estado.

En una banqueta de la calle Revolución colonia Centro se encontraba Daniela y su hijo menor, ambos tejían palma verde que compraron en el mercado de Alcalde y García, mejor conocido cómo San José en el centro de Xalapa.

Daniela refirió que desde niña aprendió a tejer la palma y ahora su hijo con edad de 10 años lo hace con gusto, para que la familias católicas puedan llevarlas a bendecir a la iglesia y luego las lleven a sus casas.

“Para nosotros es una tradición muy bonita, es la bendición de Dios que se lleva una en las palmas para la casa, y mucha gente la pide, nosotros vendemos hasta 50 palmas entre sábado y domingo” finalizó la mujer de Tlalnelhuayocan.

AVC

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