Los responsables del ataque contra Omar García Harfuch, sucedido durante su mandato como titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México en 2020, han sido condenados a 316 años de prisión en un fallo judicial de gran relevancia.
El titular de la Fiscalía General de Justicia de la capital, Ulises Lara, informó mediante un comunicado que tras un exhaustivo proceso penal y la presentación de una importante cantidad de pruebas, se obtuvo la sentencia condenatoria.
Los condenados enfrentan cargos por homicidio calificado y tentativa de homicidio calificado, siendo la pena máxima de 50 años de prisión por cada vida perdida y 33 años y cuatro meses por el delito de tentativa de homicidio.
El ataque, presuntamente perpetrado por miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), se llevó a cabo con disparos de arma de fuego de alto poder mientras García Harfuch transitaba por Paseo de la Reforma y Monte Blanco. Tras el acto, los perpetradores intentaron huir pero fueron capturados por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana capitalina.
Según las investigaciones, los condenados fueron contratados semanas antes del ataque y recibieron una suma de dinero a cambio de realizar el atentado. Organizados en células, fueron concentrados en la Ciudad de México y trasladados a distintos puntos para llevar a cabo el ataque.
La sentencia también establece que los condenados deberán pagar la reparación integral del daño, tanto a las víctimas directas como a las indirectas, incluyendo los perjuicios ocasionados a los vehículos relacionados con el incidente.
García Harfuch narra cómo fue el atentado
El ataque se llevó a cabo utilizando armas de alto poder, incluyendo el FN SCAR y la temible Barrett M82, conocida como la “matapolicías” debido a su capacidad para perforar varios niveles de blindaje, lo que la convierte en un arma altamente letal en situaciones de ataque.
García Harfuch, al recordar el suceso, compartió su experiencia meses después del atentado: “Édgar iba manejando, yo iba adelante y Rafael iba exactamente atrás de mí, íbamos en una Suburban, justo le acababa de decir a Rafa que me pasara las novedades, yo iba leyendo cuando veo que la camioneta se cierra, no se cerró a una velocidad extrema, nada más se cerró la camioneta de tres y media toneladas y cuando se cierra, pues volteo y luego me di cuenta que iban a atacarme“.
Continuó describiendo el momento del atentado: “Suena el primer impacto casi de manera inmediata en cuanto va cerrándose la camioneta, suena el primer impacto seguido de no sé cuantos más y yo disparo a través del parabrisas y le digo a Édgar que meta reversa, yo lo veo a él como mete reversa e intenta acelerar pero la camioneta estaba completamente deshabilitada”.
García Harfuch también destacó el dolor que sintió al perder a sus compañeros en el ataque, ya que no solo eran sus escoltas, sino personas con las que había compartido muchos años de trabajo y amistad. Este atentado marcó un momento crítico en la vida del servidor y su trayectoria en la seguridad pública de México.
Reporte Indigo
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