El gobierno japonés destinará más de 4 mil 700 millones de yenes (cerca de 32 millones de dólares) de sus fondos de reserva para enviar ayuda humanitaria a la península de Noto, azotada por un terremoto de magnitud 7.6 el pasado 1 de enero.
Durante una reunión ministerial, el Ejecutivo del primer ministro, Fumio Kishida, aprobó esta ayuda especial, que se utilizará para cubrir los gastos en productos de primera necesidad, incluida comida, agua y combustible, a las zonas más afectadas por el sismo, que ha dejado ya 180 muertos y más de un centenar de desaparecidos.
El gobierno nipón habría comenzado también a trazar los planes a medio y largo plazo para las tareas de reconstrucción, que incluirán también el envío de paquetes de ayuda para que las víctimas del desastre puedan a comenzar a reconstruir sus vidas, detalló la cadena estatal NHK.
El terremoto ha dejado ya 180 muertos contabilizados en la prefectura de Ishikawa, la más castigada, la mayoría de ellas en las damnificadas ciudades de Wajima (81) y Suzu (71), y al menos 565 personas han resultado heridas de gravedad.
Las autoridades meteorológicas estiman que la actividad sísmica podría prolongarse al menos un mes en la zona y están pidiendo precaución tanto por esto como ante el temporal de lluvia y nieve que podría causar deslizamientos de tierra y avalanchas adicionales, o propiciar el derrumbe de edificios y viviendas ya inestables.
Unas 28 mil personas continuaban desplazadas el lunes y miles de hogares seguían experimentando cortes de luz mientras el termómetro marca temperaturas bajo cero en áreas seriamente afectadas, por lo que se está pidiendo precaución también ante posibles hipotermias.
Los equipos de rescate continuaban hoy las labores de búsqueda en estas condiciones meteorológicas adversas de los desaparecidos, que según el último recuento oficial de las autoridades prefecturales ascendía a 120 personas.
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