Y entonces AMLO pidió que nadie en la oficina se impacientara, pues de todos los presentes en el sitio ninguno quería irse a operar a Veracruz. Las encuestas marcan que Nahle dobla puntaje a José Yunes, pero el de Tabasco sabe lo que es remontar una ventaja.
Si hay algo que molesta al presidente y a la misma Sheinbaum, es caer en triunfalismos adelantados (lo que podría tratarse del caso en el estado de Veracruz), más aún tomando en cuenta la desgastada popularidad del gobernador Cuitláhuac García.
AMLO pidió a Mario Delgado, quien se encontraba en la sala, y a Adán Augusto López encargarse de la “atractiva ventaja” que Nahle tenía en sus números y olvidarse de que existe, pues “cuando los Yunes se juntan” puede ocurrir cualquier cosa.
Por ello, designaron también ahí, durante ese encuentro en Palacio Nacional, a Luisa María Alcalde y Gerardo Fernández Noroña como “encargados anexos” en el “caso Veracruz”, para no dejar ningún cabo suelto.
De igual forma, intentando contrarrestar la poca popularidad de Cuitláhuac García, se pidió, tanto a Noroña como a Mario Delgado, trabajar conjuntamente para revisar las intervenciones públicas de García, con la finalidad de matizarlas.
Y es que algunos en el centro del país, en el corazón morenista, entre ellos el propio López Obrador, saben que cualquier ventaja es superable, y no es un fenómeno que ellos quieran admirar (o sufrir) en Veracruz.
X: @aaguirre_g