En una fanfarronada más, de las que desde estudiante de la Facultad de Derecho de la Universidad Veracruzana solía hacer, Dante Delgado, dirigente nacional de Movimiento Ciudadano (MC), le prometió hace más de tres meses al periodista Joaquín López Dóriga que se retiraría de la política si su partido no sacaba más votos en 2024 que el Frente Amplio por México (PAN-PRI-PRD).
“Vamos a hacer un compromiso hoy y lo hacemos fuerte: si Movimiento Ciudadano no saca más votos que los partidos tradicionales, me retiro de la política”, respondió retador en la entrevista que el 24 de agosto pasado le hizo López Dóriga en su noticiero radiofónico de Grupo Fórmula, al cuestionar al senador veracruzano sobre las voces que desde entonces señalaban al partido naranja de servir a Morena como esquirol para fracturar a la oposición.
Para justificar su decisión, Dante argumentó que no cancelaría la posibilidad de que las nuevas generaciones tengan un proyecto que le dé sentido al futuro del país, es decir, otra opción distinta a los partidos que calificó como “la vieja política”.
Por aquellos días, el fundador de Convergencia por la Democracia –partido que luego denominó Convergencia y ahora Movimiento Ciudadano– mantuvo en el tintero la identidad de quién sería el candidato naranja que sería postulado a la Presidencia de la República, aunque anticipó que estaría entre el presidente municipal de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas; el gobernador de Nuevo León, Samuel García, y, en última instancia, él mismo.
“Tenemos mejores perfiles que ellos y eso se acredita en las encuestas de periódicos como Reforma, que dicen que no tenemos… ¡claro que sí se puede ganar!”, afirmó muy seguro Delgado Rannauro.
Pero el primero en abrírsele fue el alcalde regiomontano, el precandidato mejor posicionado en todos los sondeos sin necesidad de autopromocionarse.
En un foro universitario, al preguntársele sobre la posibilidad de buscar la candidatura presidencial, el hijo del sonorense Luis Donaldo Colosio Murrieta –candidato priista asesinado en 1994 en la colonia Lomas Taurinas, de Tijuana, en Baja California Norte– fue muy claro en su postura: “Tengo muy poco tiempo de haber ingresado a la política, hay muchas cosas que deben madurar, comenzando por mi persona, hay muchos aspectos en los que debo madurar como padre, como esposo, como amigo y por supuesto que como servidor público, y hay que saberlo reconocer”.
Pero, además, a diferencia de Dante, remarcó que “no quiero ser yo la persona que divida una oposición que tiene genuinas intenciones de recalibrar México”.
“No voy a entrar a esas riñas inconsistentes. Respeto mucho a Movimiento Ciudadano, es la plataforma en la que pretendo quedarme para hacer mi carrera política, durante el tiempo que dure mi carrera política, pero no voy a ser artificie de la división de una oposición. Sería irresponsable”, afirmó categórico.
“Y finalmente tengo una razón muy egoísta, que quizá es la primera: mis hijos están pequeños, son mi mundo y este es el momento para estar con ellos”, dijo emocionado, pero con gran sensatez.
El mismo consejo le dio a su compadre Samuel García, a quien significativamente no acompañó ni al registro de su precandidatura ni al inicio de su abortada precampaña. Pero ni el “fosfo” gobernador ni Dante lo escucharon. Hoy, ambos quedaron exhibidos y son la burla en las demoledoras redes sociales.
Los desaciertos de Dante
Por cierto, ayer, en redes sociales y grupos de WhatsApp se difundió el cúmulo de desaciertos que el ahora líder de Movimiento Ciudadano ha hilado desde hace tres décadas y media en cuanto a las elecciones de gobernador de Veracruz y presidentes de la República.
Señalan, por ejemplo, que “la última vez que Dante Delgado le acertó a un candidato a Gobernador de Veracruz fue hace 35 años”, pues refieren que en 1988 “apostó por él mismo en las valencianas de (Fernando) Gutiérrez Barrios, quien le heredó la gubernatura. Ganó.”
“1992: Apostó por Miguel Alemán (Velasco). Perdió. Quedó Patricio Chirinos.
“1998: Apostó por Arturo Hérviz. Perdió. Quedó Miguel Alemán.
“2004: Apostó por él mismo. Perdió. Quedó Fidel Herrera Beltrán.
“2010: Apostó por él mismo. Perdió. Quedó Javier Duarte.
“2016: Apostó por Armando Méndez de la Luz. Perdió. Quedó Miguel Ángel Yunes Linares.
“2018: Apostó por Miguel Ángel Yunes Márquez. Perdió. Quedó Cuitláhuac García.
“La última vez que Dante Delgado le acertó a un candidato a Presidente de la República fue hace 29 años. En 1994 apostó por Ernesto Zedillo. Ganó.
“2000: Apostó por Cuauhtémoc Cárdenas. Perdió. Quedó Vicente Fox.
“2006: Apostó por Andrés Manuel López Obrador. Perdió. Quedó Felipe Calderón.
“2012: Apostó por Andrés Manuel López Obrador. Perdió. Quedó Enrique Peña Nieto.
“2018: Apostó por Ricardo Anaya. Perdió. Quedó Andrés Manuel López Obrador.
“Once procesos electorales perdiendo. Simples cifras.”
Y, en 2024, todo apunta a que volverá a perder. Su partido no tiene candidatos altamente competitivos para la gubernatura de Veracruz ni para la Presidencia de la República, aunque como abanderado hubiera seguido Samuel García, cuya habilitación era para restarle votos al frente opositor y facilitar el triunfo de Morena.
La jubilación política de Dante, pues, está a la vista. Si es que cumple el reto y su palabra empeñada al periodista López Dóriga.