El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, concluye el viernes una campaña diplomática de cuatro días con China y otras naciones del Pacífico con una última reunión con líderes mundiales y una visita al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Biden, que se reunió con el presidente Xi Jinping el miércoles y aprovechó el jueves para destacar los fuertes lazos económicos entre Estados Unidos y las demás naciones del Pacífico, tendrá una última gran reunión de líderes el viernes, donde traspasará formalmente la presidencia del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico a la presidenta de Perú, Dina Boluarte.
También participará en una reunión bilateral con Obrador, en la que se espera que ambos líderes debatan sobre migración y formas de acabar con el tráfico de fentanilo.
La reunión bilateral se produce en un momento en que los dos países están enfrentados por varias cuestiones comerciales importantes, como los esfuerzos de México por eliminar gradualmente el uso de maíz transgénico —una medida que perjudica a los agricultores estadounidenses— y los intentos de bloquear las inversiones energéticas estadounidenses en México.
El deterioro de las relaciones comerciales entre Washington y México se produce incluso a medida que crece su integración económica.
México superó a Canadá y China para convertirse en el mayor socio comercial de bienes de Estados Unidos en el primer semestre de 2023, alcanzando un comercio total de 396.600 millones de dólares a medida que la producción automotriz de México crece y otras empresas estadounidenses cambian las cadenas de suministro de China más cerca de casa.
En 2022, México tuvo un superávit comercial de bienes de 130.500 millones de dólares con Estados Unidos.
Está en camino de más del doble desde el superávit de 69 mil millones de dólares en 2017, cuando el expresidente Donald Trump lanzó una renegociación del TLCAN después de amenazar con abandonar el pacto, alegando que estaba drenando empleos manufactureros estadounidenses.
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