Resulta increíble pensar que después de más de 20 años de caminar con él, muy pocos conozcan al animal político que es López Obrador. Siempre los engañó con la verdad.
Marcelo Ebrard pensó que después de declinar a su aspiración presidencial en 2012, hoy tenía el derecho de heredar la silla presidencial. Hoy el ex canciller está prácticamente fuera de Morena y de cualquier posibilidad de competir por la Presidencia. Tendrá que aceptar lo que le ofrezcan o ir al exilio.
Adán Augusto, su hermano tabasqueño de toda la vida, su confidente y hombre de mayor confianza, siempre pensó que las señales a favor de Sheinbaum sólo era un engaño para finalmente favorecerlo a él. Hoy no existe: perdió la candidatura presidencial, la de Tabasco con un grupo político opositor y ninguno de sus seguidores alcanzó nominación alguna. ¡Hasta la novia lo dejó en visto!
Y finalmente Claudia Sheinbaum. Siempre supo que era la favorita y así sucedió. Pero nunca imaginó que eso también se trataba de un engaño para construir un nuevo Maximato. La elección de los candidatos a gobernadores fue diáfana.
El 7 de septiembre, López Obrador le entregó el bastón de mando. Sheinbaum lo creyó ingenuamente y empezó a mover sus piezas. Al día siguiente, su candidato al gobierno de la Ciudad de México, Omar García Harfuch renunció a la Secretaría de Seguridad Pública, confiados ambos de que la nominación sería un mero trámite. Las tribus morenistas sabotearon la candidatura de Harfuch y los eventos de Sheinbaum.
A pesar de ello, el ex secretario de seguridad ganó todas las encuestas por amplio, amplísimo margen. Pero resulta que una sola pregunta, la única que no estaba en la convocatoria, fue suficiente para tirarlo del caballo de hacienda.
Hoy Clara Brugada, la misma protagonista de aquella vergonzosa pantomima que resultó la elección de “Juanito” en Iztapalapa para garantizarle el lugar, es la candidata al gobierno de la Ciudad de México y, en automático, a la Presidencia de la República en 2030. Así de fácil.
De la peor manera, Claudia Sheinbaum confirmó que el famoso bastón de mando, no era más que un palo de escoba. Que ella ha sido un instrumento de la maquiavélica imaginación de López Obrador, como lo han sido todos los demás.
La supuesta dueña del bastón no obtuvo una sola nominación que no fuera la del Presidente. AMLO tenía otros datos y los hizo valer en Ciudad de México, Veracruz, Puebla, Morelos… en todos lados.
Lo peor es que el Presidente se los puede decir en su jeta: a nadie engañó. Lo que sucedió, todos lo sabían desde hace muchos meses. Si no lo quisieron creer, ya no es su problema.
La Presidencia de Sheinbaum, algo que sigue siendo lo más probable, será una oficina de partes del quien ejercerá el poder desde casa de la chingada. Como los morenistas, que ninguno de los mexicanos se diga engañado.
Rocío Nahle en busca del tío Gamboín: no tiene ni idea dónde está parada
Es una pena que haya desaparecido el programa infantil del Tío Gamboín. De lo contrario, Rocío Nahle ya habría aparecido en la sección de servicio a la comunidad, notificando que en el estudio se encuentra una persona, originaria de Zacatecas, que se encuentra extraviada en el estado de Veracruz. La pobre no tiene ni idea donde está parada.
Contra todos los pronósticos, el ex delegado de los programas para el bienestar, Manuel Huerta, les ganó la encuesta. Nahle y Los cuitlahuistas se cuidaron tanto de Eric Cisneros que dejaron pasar a Huerta, quien ha sido el único que ha sabido entender la lógica del poder de López Obrador.
El problema es que Rocío Nahle aparentemente logró deshacerse de su antiguo colaborador, pero no tenía plan B en caso de perder la encuesta. Acató la instrucción presidencial, pero se llevó la sorpresa no sólo de que fue la aspirante con peores números en el país, sino que Manuel Huerta le resultaría un competidor indomable.
A pesar de lo que ha dicho Mario Delgado respecto a que los ganadores de la encuesta que cedieran su lugar a mujeres tendrían asegurada la candidatura para el Senado, Manuel Huerta no ha tomado esa decisión.
Lo que se ha dicho en público y en privado, es que tampoco descarta la posibilidad de incorporarse como Secretario de Gobierno en la administración de Nahle, algo que ha puesto muy nerviosos a los incondicionales de Nahle: Cazarín, Eleazar, Zenyazen y toda la caterva de pillos que sentían la impunidad asegurada.
El otro tema es qué harán con Eric Cisneros y el arrastre que trae con decenas de presidentes municipales en el estado. El que las cosas se hayan resuelto como en el viejo PRI no quiere decir que las estructuras de Cisneros vayan a sumarse en automático a la bufalada en favor de la Zacatecana. Muy pronto habrá noticias.
Cisneros fue uno de los primeros en reconocer el triunfo de Huerta en las encuestas. El ex delegado federal entiende muy bien de política y sabe que hay capital político que no se puede desdeñar si es que piensa ir a una elección o incorporarse al próximo gabinete.
Pa´ pronto. Lo de Veracruz no está resuelto. La nominación de Nahle acaso fue hacer la sopa del dominó y volver a repartir fichas. La lucha por la integración del Congreso local –fundamental para la gobernabilidad del estado- y el reparto de las diputaciones federales –donde Cazarín supone que lleva mano con sus diputados locales- es un camino minado.
El juego de la sucesión apenas empieza.
Para AMLO no hubo huracán OTIS, sólo “lluvia severa y vientos fuertes”
Pues resulta que OTIS y el mega desmadre que armó en Acapulco fue producto de nuestra mezquina imaginación. La realidad es que sólo se trató de “lluvia severa y vientos fuertes” que no merecían que la declaratoria de emergencia durara más que algunos días.
Seguramente las escenas del desastre fueron creadas mediante inteligencia artificial. La rapiña, el desabasto, la destrucción no fueron más que una ocurrencia de los conservadores y los que desean que a México le vaya mal. La única verdad, escrita en piedra, la tiene el Presidente.
En su frenesí por garantizar recursos suficientes para la elección del próximo año, el Presidente y sus amanuenses en el Congreso federal rechazaron destinar un solo peso para el auxilio y reconstrucción de Acapulco tras el paso del huracán OTIS.
Pero no sólo se olvidaron de Acapulco en el Presupuesto de 2024 –hasta los diputados federales morenistas de origen guerrerense votaron en contra de destinar recursos al rescate del puerto-, sino que decidieron que ya no había emergencia que atener y por decreto decidieron que esta ya había concluido.
El viernes pasado, en el DOF se notificó sobre la conclusión de la declaratoria de emergencia por la “por la ocurrencia de lluvia severa y vientos fuertes” en Acapulco y Coyuca de Benítez, los únicos municipios afectados según la mezquindad presidencial.
Inicialmente, al paso del huracán, el gobierno federal decretó, el pasado 2 de noviembre, estado de desastre natural en 47 municipios de Guerrero, no obstante, un día después lo ajustó a sólo dos: Acapulco y Coyuca. Según el gobierno federal, en Acapulco no se mantiene una situación de emergencia, ya que no existe riesgo a la población por los efectos de viento o lluvia severa.
Así que ya saben a qué atenerse decenas de municipios veracruzanos que por cualquier inundación pedorra en que cientos de familias de quedan sin hogar, se pierden miles de cultivos y se afectan vías de comunicación, ya quieren “pedir chichi” al gobierno federal. El del estado es una nulidad.
Si en Acapulco sólo se trató de una lluvia severa con vientos fuertes, pues ya sabemos
La ratonera
Manuel Huerta se ha convertido en el rock star del morenismo veracruzano. Tras dar la campanada ganando la encuesta para definir al candidato a Gobernador, ahora todos los actores políticos quieren tomarse un café con él. Por supuesto, lo quieren hacer antes de que inicie el ajuste de cuentas y el corte de caja de los pillos del cuitlahuismo.
Por lo pronto, con los dados y el turno en la mano, sigue deshojando la margarita de lo que será su papel en el proceso electoral.