A cuatro meses de haber sido lanzado, el telescopio espacial acaba de revelar sus primeras cinco imágenes. Según los científicos de la Agencia Espacial Europea (ESA), estas muestran que el telescopio está preparado para crear el mapa en 3D más extenso del Universo hasta la fecha, para descubrir algunos de sus secretos ocultos
Las 1.000 galaxias pertenecientes al Cúmulo de Perseo, con más de 100.000 galaxias de fondo; el cúmulo globular NGC 6397 que mantiene unidas a cientos de miles de estrellas por la gravedad; y una panorámica única y detallada de la nebulosa Cabeza de Caballo, parte de la constelación de Orión, son algunas de las primeras imágenes que capturó el telescopio espacial Euclid y que acaban de ser publicadas por la Agencia Espacial Europea (ESA). (Puede leer: Euclid, el telescopio que ayudará a resolver unos de los misterios del universo)
Lanzado el sábado 1º de julio con la difícil misión de investigar cómo la materia y energía oscuras han llevado a que el Universo sea el que conocemos actualmente, las imágenes publicadas este martes (7 de noviembre), dejan al descubierto toda la capacidad que tiene este telescopio, según cuentan los científicos detrás del proyecto.
“Nunca antes un telescopio había sido capaz de crear imágenes astronómicas tan nítidas en una porción tan grande del cielo, y mirando tan lejos en el Universo distante”, señaló la ESA a través de un comunicado. Las cinco imágenes publicadas por el equipo de científicos, “ilustran todo el potencial de Euclid; muestran que el telescopio está preparado para crear el mapa en 3D más extenso del Universo hasta la fecha, para descubrir algunos de sus secretos ocultos”.
Perseo, explican desde la ESA, es una de las estructuras más masivas del Universo, a 240 millones de años-luz de la Tierra. “Esta increíble instantánea de Euclides es una revolución para la astronomía”, dicen los investigadores, pues es la primera vez que una imagen tan grande permite captar tantas galaxias de este cúmulo con el nivel de detalle logrado.
La imagen muestra 1.000 galaxias de este cúmulo, y otras 100.000 galaxias adicionales en el fondo. Varias de estas galaxias son tan débiles que no se habían observado antes y algunas están tan lejos que su luz se ha tardado 10.000 millones de años para que pudiera ser captada por los seres humanos.
“Al cartografiar la distribución y las formas de estas galaxias, los cosmólogos podrán saber más sobre cómo la materia oscura dio forma al Universo que vemos hoy”, señalaron los astrónomos.
La “galaxia oculta”
El objetivo principal de Euclid será tomar imágenes de miles de millones de galaxias para identificar cómo la materia y energía oscuras ejercen sobre ellas. Por eso es tan importante que una de las primeras imágenes obtenidas por el telescopio haya sido de la galaxia IC 342 o Caldwell 5, también conocidas como la “galaxia oculta”.
“Es difícil de observar porque se encuentra detrás del ajetreado disco de nuestra Vía Láctea, por lo que el polvo, el gas y las estrellas oscurecen nuestra visión”, comentan desde la ESA.
Pese a la dificultad, Euclid pudo tomar la imagen gracias a “su increíble sensibilidad y a su magnífica óptica. Lo más importante aquí es que Euclid utilizó su instrumento de infrarrojo cercano para mirar a través del polvo y medir la luz de las muchas estrellas frías y de baja masa que dominan la masa de la galaxia”.
Leslie Hunt, científico del Consorcio Euclid del Instituto Nacional de Astrofísica de Italia, explica que “en una sola toma, se puede ver toda la galaxia con todo lujo de detalles. Aunque puede parecer una imagen común y corriente, lo particular de la imagen es que se puede hacer zoom en ella para distinguir estrellas individuales y cúmulos estelares.
Esto último le permitirá a los científicos rastrear la historia de la formación estelar y “comprender mejor cómo se formaron y evolucionaron las estrellas a lo largo de la vida de la galaxia”.
Primera galaxia enana irregular observada por Euclid
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