Eso mismo se han preguntado en la oficinas centrales del Frente Opositor en la CDMX, y a decir de los más optimistas del bloque (entre ellos, Alejandro Moreno y Xóchitl Gálvez), es posible, siempre y cuando todas las tribus estatales caminen de la mano.
Pero, ¿es posible que todos se pongan de acuerdo con Pepe o Héctor Yunes en la candidatura opositora? Sí, pero sólo si cada quien obtiene lo que quiere o desea. Los Yunes azules quieren (cuando menos) la candidatura al senado, (y a Julen Rementería alejado de los puestos relevantes).
Las únicos perfiles que el Frente podía postular (y lo tenían claro desde el centro), para que los egos no se confrontaran aún más, eran José y Héctor Yunes, y de los dos, el más neutral y aglutinante de simpatías internas es el primero, Pepe, dicen en el altiplano.
Lo que auténticamente preocupa al Frente en el centro del país es que los acuerdos de apoyo no se cumplan; que el “Yunes rojo”que no quede como candidato se moleste y no coopere; que los Yunes azules puedan cambiar el discurso, o que el propio Rementería monte alguna silenciosa revolución.
Xóchitl Gálvez sabe (y lo ha externado en el Frente), que Veracruz resulta fundamental para las aspiraciones de competir con Sheinbaum, y que la popularidad de Cuitláhuac García le resta bonos a Morena en el estado, aunque la figura de AMLO lo nivele un tanto.
¿Será entonces que un Yunes rojo pueda arrebatarle a Rocío Nahle la opción de gobernar? Veremos qué ocurre.
X: @aaguirre_g