Israel negó este miércoles que la masacre de cientos de personas por un bombardeo del hospital Al Ahli en Gaza haya tenido lugar y aseguró que el edificio no está destruido, que no ha sufrido daños graves y que únicamente hubo una explosión de menor distancia en el estacionamiento causada por un cohete fallido del grupo gazatí Yihad Islámica.

“La explosión en el hospital Al Ahli se debe a un cohete de Yihad Islámica, cuyo lanzamiento falló. Están inflando las cifras de víctimas. No hubo un impacto directo en el hospital“, afirmó en una rueda de prensa el portavoz de las Fuerzas Armadas israelíes, Daniel Hagari.

“No hay daños estructurales en el edificio, las paredes están enteras, no hay cráter, no hay daños salvo en el aparcamiento”, insistió Hagari, reiterando que no hubo en este lugar ningún ataque del Ejército israelí, “ni por aire, tierra o mar”.

Explicó que cerca de la las 7:00 de la noche (hora local) se observó el lanzamiento de unos 10 cohetes de Yihad Islámica desde un cementerio cercano al hospital y que uno de ellos, como es frecuente, perdió trayectoria y se precipitó sobre el lugar.

Hagari mostró en la rueda de prensa fotos aéreas del estacionamiento tomadas por un dron israelí tras difundirse la noticia del bombardeo, según explicó.

Las imágenes muestran un espacio de unos 20 por 40 metros al lado del hospital, con una veintena de coches aparcados, varios de ellos calcinados, pero sólo dos o tres seriamente destruidos.

Explicó que los daños se debían a un incendio provocado no tanto por la cabeza explosiva del cohete, como por el combustible que contiene este proyectil autopropulsado, cuyo depósito debía de estar aún prácticamente lleno al acabar de iniciar el vuelo.

El portavoz agregó que el Ejército ha interceptado además conversaciones entre milicianos de Gaza que se informan mutuamente del impacto, asegurando que se trata de un cohete de Yihad Islámica y que la metralla encontrada en el lugar no corresponde a modelos de misiles israelíes.

Hagari reconoció que pudo haber muertos porque “pudo haber gente en el aparcamiento que habían acudido allí por considerarlo un lugar seguro”, pero subrayó que Hamás, al difundir la noticia, “infló la cifra de víctimas“, si bien rehusó dar estimaciones de un posible número de fallecidos.

Recordó que durante la actual guerra, iniciada hace 12 días tras el asalto de Hamás que mató a unas mil 400 personas en Israel, la gran mayoría de ellas civiles, se han contabilizado 450 cohetes lanzados desde Gaza que, por fallos en su funcionamiento, cayeron dentro del propio enclave.

La prensa israelí ha recogido varios de estos incidentes, recordando que en mayo pasado murieron cuatro personas al caer un proyectil en una zona habitada y en agosto pasado otros dos en un incidente similar.

El hospital Al Ahli, también conocido como Hospital Bautista, está gestionado por la Iglesia Anglicana de Jerusalén, que anoche condenó en un comunicado el “atroz ataque”, sin indicar su autoría, que “según primeras informaciones ha causado la pérdida de innumerables vidas“.

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