En medio de crecientes tensiones en la región, se ha denunciado el uso de fósforo blanco por parte del ejército de Israel en Gaza y Líbano.

Esta sustancia, prohibida en conflictos armados, ha levantado preocupaciones en la comunidad internacional debido a sus efectos devastadores y a las regulaciones internacionales que prohíben su uso.

Human Rights Watch verifica el uso de fósforo blanco

La organización Human Rights Watch (HRW) ha denunciado el uso de fósforo blanco por parte de las fuerzas israelíes en Gaza y Líbano.

HRW informó que se han verificado diversos videos grabados el 10 de octubre en Líbano y el 11 de octubre en Gaza que muestran “múltiples explosiones en el aire de fósforo blanco disparado con artillería sobre el puerto de la Ciudad de Gaza y dos localizaciones rurales en la frontera entre Israel y Líbano”.

Lama Fakih, directora de HRW para Oriente Medio y el norte de África, advirtió que “cada vez que se usa fósforo blanco en áreas civiles, supone un alto riesgo de quemaduras insoportables y sufrimiento de por vida”.

Amnistía Internacional también señala el uso de fósforo blanco

Amnistía Internacional respaldó las denuncias de HRW, afirmando que el ejército israelí cuenta con proyectiles de fósforo blanco.

La organización declaró que su “Laboratorio de Pruebas de Crisis ha verificado que las unidades militares israelíes que atacan Gaza cuentan con proyectiles de artillería de fósforo blanco“. Amnistía Internacional también está investigando lo que parece ser el uso de fósforo blanco en Gaza, incluyendo un ataque cerca de la playa.

El peligro del fósforo blanco en conflictos armados

El fósforo blanco es una sustancia química altamente inflamable que se ha utilizado históricamente como arma incendiaria en conflictos armados.

Cuando se utiliza en municiones como granadas o proyectiles de artillería, el fósforo blanco se dispersa y puede incendiarse al entrar en contacto con el aire. Esto resulta en una lluvia de fuego extremadamente difícil de apagar, que puede causar daños catastróficos y graves quemaduras en personas y material.

Regulaciones internacionales sobre el uso de fósforo blanco

La comunidad internacional ha reconocido los peligros y los efectos devastadores del fósforo blanco en el campo de batalla. En virtud del Protocolo III de la Convención sobre Ciertas Armas Convencionales, también conocido como el Protocolo sobre Armas Incendiarias, el uso de armas incendiarias, incluyendo el fósforo blanco, está prohibido contra civiles y en zonas pobladas.

Estas regulaciones tienen como objetivo proteger a la población civil y minimizar el sufrimiento durante los conflictos armados. La prohibición del uso de fósforo blanco en áreas pobladas es una medida destinada a evitar daños indiscriminados y sufrimiento innecesario.

¿Por qué está prohibido el fósforo blanco?

La prohibición del fósforo blanco en conflictos armados se basa en varias razones fundamentales:

Efectos indiscriminados: el fósforo blanco no discrimina entre objetivos militares y civiles. Su uso en áreas pobladas puede resultar en daños colaterales graves y víctimas civiles.

Graves lesiones: las quemaduras causadas por el fósforo blanco son extremadamente dolorosas y a menudo letales. La sustancia se adhiere a la piel y sigue ardiendo, lo que hace que su extinción sea difícil y prolongada.

Largo plazo: incluso si las víctimas sobreviven a las quemaduras iniciales, las lesiones a largo plazo y las complicaciones médicas son comunes, lo que genera un sufrimiento continuo.

Impacto ambiental: el uso de fósforo blanco en áreas pobladas puede causar daños ambientales debido a los incendios incontrolados.

Continúan los desafíos en cuanto al cumplimiento y regulación

A pesar de las regulaciones internacionales que prohíben el uso de fósforo blanco en áreas pobladas, persisten desafíos en cuanto al cumplimiento de estas normas y a la supervisión efectiva en el campo de batalla. El control y la regulación del uso de armas químicas y municiones como el fósforo blanco siguen siendo un tema crítico en el contexto de la guerra moderna.

La comunidad internacional continúa trabajando para garantizar que estas prohibiciones se cumplan y se respeten en todos los conflictos armados, con el objetivo de minimizar el sufrimiento humano en tiempos de guerra.

Reporte Índigo

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