La escena musical y la del automovilismo colisionaron en el esperado estreno del video “MONACO” de Bad Bunny. La sorpresiva aparición del piloto de Fórmula 1, Checo Pérez, y la leyenda del cine, Al Pacino, han dejado a los fanáticos en un frenesí de emociones y especulaciones.
El video inicia con una ambientación que recuerda al estilo gánster de películas icónicas. En él, vemos al reguetonero puertorriqueño, Bad Bunny, llegando a un restaurante elegante y sofisticado. Allí, una serie de personajes le esperan, destacando entre ellos la figura imponente de Al Pacino. Con una narrativa que mezcla la opulencia y el misterio, el video nos sumerge en una trama donde la música y el storytelling se combinan.
Sin embargo, es cuando se menciona a Mónaco y se alude a la F1 que el escenario da un giro sorprendente. De repente, nos encontramos en el icónico Gran Premio de Mónaco, con las carrocerías brillantes de los vehículos de Fórmula 1 deslizándose por el circuito. Es aquí donde destaca la presencia del equipo Red Bull, equipo al que pertenece Checo Pérez, una de las figuras más prominentes de la F1 y orgullo mexicano.
No obstante, lo que realmente ha capturado la atención de todos es el segmento final del video. Tras concluir la canción, Bad Bunny nos regala una suerte de mini documental detrás de cámaras de aproximadamente tres minutos. Este nos ofrece una vista sin precedentes de la filmación del video, los hermosos paisajes de Mónaco y la vida cotidiana de la ciudad.
Es en este segmento donde, inesperadamente, Checo Pérez hace su aparición. Lo vemos junto a Bad Bunny en un yate, compartiendo momentos relajados y distendidos mientras se toman una selfie. Esta aparición, aunque breve, demuestra la amplitud del alcance y la influencia de Bad Bunny, que trasciende géneros y disciplinas. A continuación, en un guiño a la profesión de Pérez, vemos al cantante poniéndose un casco de F1, simbolizando la fusión de su mundo con el del automovilismo.
Por otro lado, aparición de Al Pacino añade un toque de sofisticación y gravedad al video. El veterano actor, conocido por sus papeles en películas como El Padrino y Cara cortada, aporta una aura de legitimidad y clase al mundo que Bad Bunny ha creado en “Mónaco”.
Este video es una prueba más de cómo los límites entre el deporte, la música y el entretenimiento continúan desdibujandose. La colaboración entre Bad Bunny y Checo Pérez, dos titanes en sus respectivas industrias, es una celebración de la cultura, la pasión y el talento.
En resumen, “Mónaco” no es solo una canción; es una experiencia cinematográfica dirigida por el talentoso STILLZ que mezcla lo mejor del cine, la música y el deporte.
El polémico look de Bad Bunny cuando grabó su escena a lado de Checo Pérez para “MONACO”
En mayo de 2023, el Mundial de Fórmula 1 hizo su esperada parada anual en Mónaco, pero en esa ocasión, en lugar de Lewis Hamilton, fue Bad Bunny quien lo transformó en su propia pasarela de moda. El Principado de Mónaco, conocido por ser el destino más lujoso y exclusivo de Europa, acoge anualmente a los mejores pilotos del torneo en su circuito considerado uno de los más desafiantes y peligrosos del mundo.
Este año, Benito se unió al piloto mexicano Checo Pérez en Mónaco, quien presentó un nuevo casco. A pesar de su intento de apropiarse del monoplaza de Red Bull, Bad Bunny se convirtió en la figura principal del fin de semana sin necesidad de subirse a un coche.
El puertorriqueño demostró una vez más que solo necesita un atuendo impactante para robarse el protagonismo.Jean Paul Gaultier fue la marca que une al rapero y la modelo Kendall Jenner en su amor por la moda y estuvo presente en dicho momento que se grabó el video “MONACO”, disponible actualmente tras el estreno de su nuevo álbum de estudio que ha generado mucha polémica con ese sencillo, tras la misión del mexicano y un posible ataque a su persona.
el actor y el corredor hacen una aparición especial en el nuevo video musical de Benito Crédito: Bad Bunny
Bad Bunny, conocido por su estilo transgresor, lució en Mónaco unos pantalones grises combinados con un llamativo top que rápidamente se hizo viral. Esto se debió al clásico estampado “cyber dot” del diseñador francés, que debutó en las pasarelas en 1995 y presenta numerosos círculos de colores que realzan la figura sobre un tejido transparente, imitando la forma de un bikini en vestidos, monos y camisetas.
Infobae