Tiene una enorme cantidad de expresión en su cuerpo del tamaño de un niño, desde su cabeza altamente expresiva y dos antenas móviles hasta sus piernas. Su diferencia a la hora de caminar es que se mueve de una manera que lo hace parecer singularmente vivo

Un equipo de investigación de Disney presentó ayer, en la Conferencia Internacional IEEE/RSJ sobre Robots y Sistemas Inteligentes 2023, un robot con una enorme cantidad de expresión en su cuerpo del tamaño de un niño, desde su cabeza expresiva y dos antenas móviles hasta sus diminutas piernas. Sin embargo, lo que diferencia a este robot respecto a otros androides es su forma de andar, debido a que está lleno de personalidad y se mueve de una manera que lo hace parecer bastante vivo.

A medida que dichos dispositivos parecen más avanzados, Disney Research pasó el último año desarrollando este nuevo sistema que aprovecha el aprendizaje por refuerzo para convertir la visión de un animador en movimientos expresivos, de esta manera, puede ser lo suficientemente robusto como para funcionar en cualquier lugar, ya sea en un parque temático de Disney o en una ciudad.

Aunque si nos adentramos en su tecnología integrada, dicho androide está impreso en 3D, utiliza hardware modular, posee actuadores que agiliza su interacción, tiene una cabeza de cuatro grados de libertad para mirar hacia cualquier lado y cuenta con unas piernas de cinco grados de libertad con articulaciones en la cadera para caminar mientras se equilibra.

El aprendizaje por refuerzo es fundamental para que el robot pueda caminar

Para crear un personaje robótico eficaz se requiere que los animadores y los especialistas en robótica combinen sus talentos, a pesar de que sea un proceso que puede llevar mucho tiempo para transmitir la intención artística. No obstante, para agilizar este paso, Disney Research apuesta por el aprendizaje por refuerzo, que se basa en la simulación de combinar y equilibrar la visión de un animador con movimientos robóticos robustos.

Una gran ventaja del aprendizaje por refuerzo es que los movimientos resultantes pueden ser muy sólidos, debido a que el sistema de Disney es capaz de entrenar movimientos una y otra vez mientras realiza ligeros cambios en el rendimiento del motor, la distribución de masa y la fricción entre el robot y el suelo. Además, su sistema garantiza que sepa manejarse a sí mismo sin dejar de expresar emociones.

Morgan Pope, científico investigador de Disney, explica en IEEE Spectrum que “la mayoría de los especialistas en robótica se concentran en lograr que sus robots bípedos caminen de manera confiable. En Disney, eso puede no ser suficiente: nuestros robots pueden tener que pavonearse, hacer cabriolas, escabullirse, trotar o deambular para transmitir la emoción que necesitamos”.

Mientras tanto, Michael Hopkins, ingeniero principal de I+D de Disney, añade que “lo que intentamos aportar a este tipo de robots nace de nuestra historia de animación de personajes. Tenemos un animador increíble, Jared Bishop, integrado en nuestro equipo, y juntos podemos aprovechar su conocimiento y nuestra experiencia técnica para crear el mejor desempeño posible”.

20minutos.es

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