Ayer martes por la tarde un amigo me dijo casi de sopetón: “Y qué tal que Andrés Manuel le diga a Rocío Nahle que no será la candidata porque carga con muchos negativos, y a Sergio Gutiérrez que tampoco va porque lo odian casi todos los morenos. Y qué tal que le diga a Manuel Huerta, ‘a ver Manuel, trépate tu al caballo de la candidatura’. Qué tal ¿eh?”.

Mi amigo esperó mi reacción, pero como no moví ni los bigotes agregó: “Puede darse el caso”. Y claro que puede darse el caso.

Un día antes, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, ex delegado federal de los programas del Bienestar, convivió con un grupo de periodistas y columnistas en un restaurante de Xalapa. Setenta y dos horas antes se enteró que el Consejo Estatal de Morena lo había excluido de la lista de aspirantes a la Coordinación de los Comités de Defensa de la 4T en Veracruz.

Otro se hubiera achicopalado con el golpe, pero Manuel Huerta no. Para sorpresa hasta de los propios morenos, al día siguiente envió a la Ciudad de México 300 mil firmas de apoyo a su candidatura.

Manuel manifestó a los comunicadores su confianza en que la Comisión Nacional de Elecciones lo incluya en la lista y una vez adentro será el ganador de las encuestas.

¿Por qué tanta seguridad? “Porque he cumplido con mi trabajo; porque le he cumplido al presidente al que le dije: ‘aquí está mi renuncia al encargo que me diste, ya cumplí. Ahora quiero seguirle cumpliendo desde otra responsabilidad a los veracruzanos’”.

Cuando le preguntaron cómo le había hecho para juntar prácticamente en unas horas, 300 mil firmas que no juntó ni el PRI en sus buenos tiempos, dijo que fueron “producto de una expresión espontanea” de hombres y mujeres agradecidos por los apoyos recibidos. Y que esa expresión lo conmovió casi hasta las lágrimas.

Su respuesta no dejó muy convencidos a los periodistas y no creo que la hayan tomado como buena por lo que sigue el misterio. ¿Cómo le haría Manuel para juntar tantas rúbricas que además llevan como garantía de autenticidad la copia de la credencial de elector del signatario?

Al término de la reunión uno de los columnistas me dijo: “Algo trae Manuel debajo de la manga. No nos invitó a almorzar nomás por nuestra linda cara”.

Y en efecto, algo debe traer Manuel, al menos una esperanza sólida y viva. Quizá remota, pero esperanza al fin.

Y en eso pensé ayer martes por la tarde cuando un amigo me dijo “Y qué tal que Andrés Manuel le diga a Rocío y a Sergio, ‘bájense del caballo de la candidatura y súbete tu, Manuel’”.

Te imaginas, lector…

Otra buena calificación para Veracruz

De acuerdo con la calificadora Fitch Ratings en su reporte del mes de septiembre, Veracruz se mantiene como una entidad crediticia de calidad, confiable y estable. De ahí que recibiera la calificación de A- con perspectiva de estable.

Un factor que incidió en esta calificación, es que desde el inicio de la administración de Cuitláhuac García, la deuda de corto plazo tiene una tendencia a la baja, pues pasó de 4 mil 300 millones solicitados en el gobierno anterior a 1,000 millones en el cierre de 2022.

Por otra parte, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público incrementó en 2.8 por ciento el índice de transferencias federales a Veracruz durante el periodo 2018 a 2022.

Por el lado de los ingresos propios y siguiendo con el reporte de Fitch Ratings , Veracruz se ha fortalecido pues se implementaron una serie de estímulos fiscales y una fiscalización más estricta para incrementar la recaudación. Con el programa de canje de placas que recaudó 1,873 millones de pesos, Veracruz registró un incremento notable; también recibió 2 mil 470 millones de pesos por la liberación del bono cupón cero de dos créditos bancarios.

A pesar de que la entidad aún cuenta con presiones presupuestales por deudas que dejaron administraciones anteriores, ha cumplido con el pago de créditos fiscales y controversias municipales. ¿El secreto para lograrlo? Orden y disciplina financiera.

El titular de la Secretaria de Finanzas, José Luis Lima Franco, ha mencionado en más de una ocasión, que lo que sigue para Veracruz es crecer ya que la deuda no es un problema grave como en el pasado.

El anhelo del joven funcionario, es dejar un legado de orden, transparencia y disciplina financiera a las futuras administraciones.

Que así sea.

Por lo pronto la calificadora Fitch Ratings le dio una muy buena noticia a Veracruz y los veracruzanos al otorgar la calificación de A- con perspectiva de estable.

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