Elegir candidata o candidato a la gubernatura por encuesta para el Frente Opositor en Veracruz sería la mejor opción, siempre y cuando los perdedores (sean los que sean) aceptaran el resultado y apoyaran al vencedor o vencedora, situación que difícilmente ocurriría, salvo por un par de nombres.

Si los Yunes rojos no están de acuerdo con el ganador, aunque se garantizara transparencia en la encuesta, la unidad se rompería o estaría en peligro, situación que se replicaría con los Yunes azules o con Julen Rementería, si el resultado no les favoreciera.

Hasta el dato que me fue otorgado antes del cierre de esta columna, las dirigencias nacionales del PRI y el PAN no habían logrado concretar (ni avanzar mucho) en la anhelada reunión con las tribus de la oposición en Veracruz. Me confiesan que han pensado “tirar la toalla” con ese tema.

“Hay mucha resistencia y lo mejor será decidir desde acá, desde la CDMX, o aplicar encuesta y esperar que todos apoyen al ganador de la misma”, me dijeron con cierto aire de impotencia. Se hará un último intento por efectuar el cónclave; si no se avanza, se cerrará el tema.

La única forma de hacer frente a Morena en el estado es con la oposición unida o que olvidaran, cuando menos, sus añejas rencillas hasta un día después de la elección. “Los dirigentes nacionales del Frente sabían de las enemistades, pero nunca dimensionaron lo profundas que son”.

“No se trata de que se vayan de vacaciones juntos o compartan sonrientes un bautizo, será suficiente con que no se metan el pie o apuñalen por la espalda, al menos durante los meses que se avecinan”, me comentan. Vaya caso tan complicado, o al menos eso parece.

Veremos qué ocurre.

X: @aaguirre_g