El Frente Amplio por México en Veracruz enfrentará las elecciones para renovar la gubernatura de Veracruz en condiciones adversas.
Si bien cuenta con cuadros destacados en PAN y PRI en la entidad, arrancará este proceso abajo en prácticamente todas las encuestas.
Otro punto en contra de la alianza opositora es la inexistencia del Partido de la Revolución Democrática, fuerza política desvanecida en la entidad.
El perredismo agoniza; está a punto de morir de inanición; carece de cuadros destacados –los que tenía se fueron a Morena, trabajan en el Gobierno o simplemente se retiraron en espera de mejores tiempos–.
Sergio Cadena encabeza un partido que sólo existe en el membrete, pero que representa muy poco.
En las elecciones intermedias de 2021 para elegir diputados locales, por ejemplo, el Sol Azteca fue borrado del mapa político veracruzano; con poco más de 190 mil votos, no alcanzó ni siquiera el 6 por ciento de los sufragios totales, para ubicarse como la sexta fuerza política en la entidad, detrás de Morena, PAN, PRI, Movimiento Ciudadano y Partido Verde.
En la renovación de los ayuntamientos tuvo mejor suerte, pero sus 233 mil votos apenas le dieron el 7 por ciento.
Por otro lado, en los años recientes este partido ha estado más presente en la nota roja que en la crónica del acontecer político de la entidad.
Fueron detenidos el ex dirigente estatal perredista, Rogelio Franco Castán; el ex alcalde de Tihuatlán, Gregorio Gómez; la ex diputada federal, Azucena Rodríguez; y más recientemente el ex alcalde de Ángel R. Cabada, Arturo Hérviz Reyes.
Cuando se concretó la detención de Rogelio Franco, Goyo Gómez y Azucena Rodríguez, la actual dirigencia perredista salió a los medios para acusar una persecución del gobierno contra el partido; y tras algunos petardos mediáticos contra Morena, Sergio Cadena optó por conveniente silencio.
Fue entonces, el septiembre de 2021, cuando el ex diputado y veterano líder del partido, Manuel Bernal, se refirió a la necesidad de reconstruir la vida interna del perredismo para enarbolar banderas sociales; es decir, retomar el vínculo que tenía el Sol Azteca con la sociedad.
En los últimos años, los esfuerzos de la dirigencia se han centrado en ganar votos y negociar posiciones en el marco de la alianza con PAN y PRI, pero al disminuir su base social, la militancia del partido ha decrecido.
Hoy, el PRD está más cerca de perder el registro que de convertirse en una opción política real, seria y competitiva.
Tiene más de 30 años de historia; fue fundado en 1989, pero la última década ha sido para el olvido tanto en Veracruz como en el ámbito nacional… hasta llegar a su etapa actual, en la que se ha convertido en una rémora del PAN, algo así como un partido satélite incapaz de negociar buenas posiciones –gubernatura y Senado, por ejemplo– porque carece de cuadros competitivos; y también de una dirigencia eficiente.
@luisromero85