La pelea por la candidatura de Morena a la gubernatura llegó a un nivel en el que no se ve cómo, los que resulten perdedores, puedan ser jalados a respaldar a quien resulte postulado.
El que gane no querrá ver cerca a los que derrotó ni los perdedores moverían un dedo para hacer triunfar a quien los desplazó.
Una solución podría ser que a todos les den una candidatura -no servirá la promesa de un cargo en el gobierno estatal- para ponerlos a trabajar en un distrito y que temporalmente se olviden de los desquites.
Por lo pronto, entre hoy y mañana, Rocío Nahle, Sergio Gutiérrez, Manuel Huerta, Patrocinio Cisneros y Zenyazen Escobar, entre otros, se inscribirán para participar en la contienda para ganar la coordinación de la 4T en Veracruz, que no es otra cosa que la candidatura adelantada y disfrazada a la gubernatura.
Lo que se aprecia, dentro y fuera de Morena, es que, como con Claudia Sheinbaum, desde el gobierno se hará todo lo posible para hacer ganar a la secretaria de Energía, Rocío Nahle, aunque esto, en los hechos, ahora no se sepa bien a bien cómo será concretado, pero antes de abundar sobre este desconcierto, te diré lector cómo ve el proceso uno de los actores, Sergio Gutiérrez.
Gutiérrez: sin piso parejo
El diputado federal que casi de la nada hizo crecer sus posibilidades, expone:
-No será con piso parejo, pero eso no lo arredra.
-Ve que será entre dos contendientes, Nahle y un morenista veracruzano que es él.
-Tiene registrados los problemas de inseguridad y desempleo así como las necesidades de las madres solteras. Sobre eso planteará propuestas y soluciones.
-Otro tema es el compromiso que asumirá para bajar las tarifas eléctricas en las zonas de más calor.
-Su gobierno, de ganar candidatura y elección, marcará diferencia con el de Cuitláhuac García.
Con eso arrancará y aunque resumido parece poco, dice mucho.
Hay otro punto. Además de estar consciente de que no habrá piso parejo, sabe que si llegara a ganar la encuesta… puede perder. ¿Cómo es eso?, pues por la paridad de género, que obligará a Morena a postular a un mínimo de cuatro mujeres en las nueve gubernaturas en juego.
En octubre se verá si es seleccionado en la cuarteta final de encuestados y en noviembre si logra la hazaña de ser el candidato.
Regresando a lo de Nahle, que arranca con la imagen de tener todo el apoyo de arriba, ¿qué tan grande o pequeño será el boquete que hará Patrocinio Cisneros, quien en vez de trabajar para Rocío lo hará para sí mismo?
¿Todos los alcaldes, diputados, funcionarios, líderes sociales y empresarios que controla o cree controlar le responderán a la hora de la hora o estos le harán el vacío cuando empiecen a ser apretados por otros actores políticos?
Esos actores serían Gómez Cazarín, Eleazar Guerrero, Zenyazen y otros que públicamente ya mostraron estar con Nahle.
¿Y el Gobernador, qué hará el Gobernador? ¿Responderá la encuesta a favor de su amiga que le ha apoyado Rocío Nahle o de su secretario de Gobierno que tantos servicios le ha prestado y al que extrañamente no pudo hacer desistir de buscar sucederlo?