La convocatoria que ayer por la noche emitió la dirigencia nacional de Morena para la elección del candidato a Gobernador de Veracruz confirmó lo que todos sabían: la elección de la candidata o el candidato será por dedazo.

No habrá campañas y los aspirantes no tendrán que renunciar a sus cargos. Todo será la decisión y el capricho del Tlatoani. Por ello, ella y ellos, podrán seguir despachando, cobrando y haciendo política con dinero público. No más soldados caídos como Marcelo Ebrard.

La elección de Claudia Sheinbaum dejó varias lecciones: económica y políticamente sale muy caro sacar adelante al candidato favorito. Las campañas confrontan a los morenistas y dividen a sus equipos de campaña. Los costos para evitar la deserción –como los casos de Adán Augusto y Ricardo Monreal- son muy altos para el ungido.

Quieren evitar también que algunos resultados no salgan como lo planearon y que los premios de consolación no alcancen. Adán Augusto sabía que no sería el candidato, pero jamás imaginó que quedaría detrás incluso de Fernández Noroña, lo que lo dejaría fuera de las Cámaras, como estaba planeado.

Por eso mejor nos vamos a la oscurito. A una encuesta cuya metodología nadie conoce. Y cuyos resultados son presentados a los perdedores al mismo tiempo que se hacen públicos para evitar conflictos que desacrediten el proceso, como lo intentó hacer Marcelo Ebrard.

Cuando Ebrard salió a cuestionar el resultado, dentro de Morena ya era un cadáver político como lo es el este momento. Por eso no quieren que la historia se repita en Veracruz y preparan la cirugía mayor con todo y operación cicatriz.

Con la estructura del gobierno del estado, y la información de primera mano, como la tuvo Claudia Sheinbaum, no hay duda que la candidata será Rocío Nahle, a menos que el Tlatoani cambie de opinión, algo que no acostumbra a hacer.

Los premios de consolación ¿cuáles y para quién?

El principal problema para los morenistas de la aldea será la base tercera de la convocatoria:

“Una vez que haya finalizado el periodo de solicitud de inscripción, la Comisión Nacional de Elecciones enviará la lista final al Consejo Estatal de Veracruz para que, de entre las personas que solicitaron su inscripción, se pronuncie a favor de cuatro perfiles, de los cuales al menos dos sean de mujeres, para ser considerados en el proceso, esto, para efectos de lo dispuesto en la base anterior.”

Si serán dos mujeres y dos hombres, ¿a quién van a bajar y a quien van a subir? Nahle y Huerta se da por descontado que estarán en la encuesta.

¿Quiénes serán los otros dos? Esto implica que entre Sergio Gutiérrez y Eric Cisneros uno será sacrificado para cederle el lugar a una mujer. Los momios apuntan a que sea la media hermana del Gobernador Dorheny García, quien mucho ganará perdiendo, asegurándose un nuevo cargo público.

El tema es si todos aceptarán de buena gana el resultado, incluso no llegar a la encuesta. Además, ¿cuál sería el premio de consolación para Huerta, Gutiérrez y Cisneros?, si es que los hay. ¿Repartirán la candidatura al Senado? ¿La coordinación de la diputación federal veracruzana? ¿La Jucopo del Congreso local? ¿La Secretaría de Gobierno?

La ratonera

Se parecen tanto al PRI que no pueden engañarnos. El gobernador se tiró la puntada de “prohibir” a su gobierno desviar recursos para el proceso interno de Morena, justo cuando ya están listos millones de pesos y un ejército de burócratas para sacar a la única candidata que les garantiza impunidad. ¡Si pierden, que el Poder Judicial los agarren confesados!