El gasto que destinará el gobierno federal al pago de pensiones —programas sociales y jubilaciones laborales— ascenderá a 1.99 billones de pesos, lo que representa 23% del presupuesto para el próximo año, 5% del PIB y es el más alto en la historia.
El gobierno reconoce que el gasto en pensiones será un reto en los siguientes años, ya que en 2023 la población mayor a 65 años era 8.2% de la población total mexicana, pero en 2050 se espera que este porcentaje se duplique, a 17%.
«Las pensiones son un gasto comprometido que presiona las finanzas públicas. Es necesario tomar acciones pronto para contenerlo y distribuirlo de manera más igualitaria», considera el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
En los Criterios Generales de Política Económica para la iniciativa de la Ley de Ingresos y el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2024 presentados este vienes por el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O a la Cámara de Diputados, el gobierno señala que el reto del envejecimiento es mantener la sostenibilidad fiscal de los sistemas públicos de pensiones, los cuales garantizan la seguridad de los ingresos de todas las personas mayores, incluidos los trabajadores del sector informal.
De los 15 programas prioritarios que tiene contemplado el gobierno para el próximo año, 63% se destinará a las pensiones de adultos mayores.
Y es que el gobierno tiene planeado aumentar este apoyo a 6,000 pesos bimestrales el próximo año, lo que significará un aumento de 25% respecto a 2023.
«Se ha logrado incrementar el alcance de programas como la Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores, que tiene una cobertura universal y beneficia a alrededor de 11.4 millones de personas», destaca el gobierno.
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