Investigadores de la Facultad de Medicina Albert Einstein, en Estados Unidos, han descubierto que el virus responsable de la fiebre chikungunya puede propagarse directamente de célula a célula, resolviendo quizás el viejo misterio de cómo el virus, que se está convirtiendo en una importante amenaza para la salud, puede escapar a los anticuerpos que circulan por el torrente sanguíneo. Los hallazgos, publicados en la revista ‘Nature Microbiology’, podrían ayudar a desarrollar vacunas o tratamientos eficaces contra la fiebre chikungunya, una enfermedad ‘debilitante y cada vez más común transmitida por mosquitos.

“Hasta ahora, se pensaba que el virus de la fiebre chikungunya se propagaba por el organismo infectando una célula, replicándose en ella y enviando nuevas copias del virus al torrente sanguíneo para que infectaran nuevas células”, explica la doctora Margaret Kielian, directora del estudio, catedrática de Biología Celular y titular de la Cátedra Samuel H. Golding de Microbiología del Instituto Einstein.

“Sin embargo, hemos descubierto que el virus también puede secuestrar el citoesqueleto de una célula huésped, es decir, las proteínas que sostienen las células y mantienen su forma –añade–. El virus hace que la célula infectada envíe largas y delgadas extensiones que entran en contacto con las células vecinas no infectadas, lo que permite al virus viajar de forma segura y eficiente de una célula a otra”.

La doctora Kielian y sus colegas han denominado a estas estructuras inducidas por el virus extensiones largas intercelulares (VEL). “Este modo de transmisión viral no sólo puede proteger algunas copias del virus de la respuesta inmunitaria del huésped, sino que también puede explicar por qué los síntomas de la infección por chikungunya pueden persistir durante muchos meses o años”, añade el primer autor, Peiqi Yin, becario postdoctoral en el laboratorio de la doctora Kielian.

Además de fiebre, las infecciones por chikungunya suelen provocar artritis crónica y debilitante. El virus se transmite a los humanos por la picadura de mosquitos infectados, que se infectan al alimentarse de personas que ya tienen el virus. En los últimos 15 años, el virus chikungunya se ha convertido en un patógeno humano importante y cada vez más extendido. Múltiples brotes han causado millones de infecciones humanas en numerosas zonas, como América, África, Asia, Europa y el Caribe. El Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos clasifica el virus chikungunya como patógeno de categoría B, la segunda prioridad más alta para los organismos que suponen una amenaza para la seguridad nacional y la salud pública.

Los investigadores descubrieron hace varios años la presencia de VEL en células infectadas por el chikungunya, pero no estaba claro si las estructuras facilitaban la transmisión vírica de célula a célula. El estudio descrito en el artículo de Nature Microbiology se diseñó para responder a esta pregunta.

En la primera parte del estudio se utilizaron células de ratón cultivadas. Los investigadores expusieron las células al virus del chikungunya que expresaba una proteína reportera fluorescente, lo que les permitió observar que las partículas infecciosas del virus se transmitían de célula a célula a través de las VEL. La transmisión de célula a célula se produjo incluso en presencia de altas cantidades de anticuerpos neutralizantes que se añadieron al medio de cultivo.

Para confirmar este modo de transmisión de célula a célula en animales vivos, los investigadores estudiaron la infección por chikungunya en ratones. Los ratones a los que primero se inocularon anticuerpos neutralizantes y luego se les inyectó directamente el virus del chikungunya no se infectaron. Sin embargo, los ratones tratados con anticuerpos a los que luego se inyectaron células infectadas por el virus (en lugar de sólo el virus) sí desarrollaron infecciones por chikungunya resistentes a los anticuerpos neutralizantes.

“En conjunto, estos estudios demuestran que los VEL protegen al virus del chikungunya de los anticuerpos neutralizantes y favorecen la transmisión intercelular del virus, tanto in vitro como in vivo”, afirma Yin. Los estudios con ratones fueron realizados por el doctor Thomas E. Morrison y su grupo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado, en Aurora.

En una última serie de estudios, los investigadores determinaron que determinados anticuerpos antivirales eran capaces de bloquear la formación de VEL e impedir la transmisión de célula a célula. “Si podemos generar la producción de tales anticuerpos en pacientes humanos, o desarrollar otros métodos para detener la formación de ILE, eso podría ser especialmente útil para combatir los síntomas crónicos de la infección por chikungunya –asegura Kielian–. Actualmente estamos estudiando distintas formas de hacerlo”.

infosalus.com

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