No sabemos cuántos paisanos se identifican en este momento con la historia de vida de la senadora Xóchitl Gálvez Ruiz, no son pocos, al contrario,  muchos se ven en el espejo, queriendo repetir la misma historia de vida hasta alcanzar el éxito. Miren, hasta donde sabemos, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, uno de cinco o seis hermanos, más los medios, que pululan por ahí en los círculos mas altos del poder como es el caso de Dorheny García Cayetano, la misanteca, quien sin una historia ejemplar irrumpió en la vida política veracruzana y se convirtió en diputada federal y Secretaria del Trabajo; bueno pues todos ellos, y hasta supuestamente Cayetano, son hijos del respetable maestro Atanasio García, militante de oídas de la izquierda veracruzana, quien se convirtió en diputado local por azares del destino, pero todos sin excepción son producto de la llamada cultura del esfuerzo, se hicieron profesionistas gracias al gran ejemplo que hizo el maestro Atanasio, a quien por cierto tuvimos la oportunidad de entrevistar a través de las cámaras de RTV junto a colegas como Fernando Morales, Nicanor Juanz y Adrian Hernández. Fue una charla con el maestro de cotorreo, de cómo ganó su elección sin haber puesto un pie fuera de su casa pero llegó. De ahí en adelante surgió una buena amistad, no sólida porque sería mentir, únicamente de saludo respetuoso en ambos sentidos, además de vernos en los que fueron sus baños de vapor predilectos, “El Museo Marino”, donde acude con menos periodicidad que antes porque sabemos que ahí la gente va para pedirle, para que a su vez a su hijo le pida y… bueno, cómo no evitar esos incómodos momentos, el gobernador es su hijo no él, con toda razón el maestro ha dejado de ir. El asunto es que el modelo Xóchitl no lo habíamos conocido, amigos que se han encumbrado en el poder lo han logrado porque son hijos de “papi” o porque de plano se les dio ser barberos, lamebotas, indignos o agachones, sentimos que en una de estas mediciones se encuentran los morenos que lograron alcanzar un cargo dentro de la administración pública estatal, el resto son expriistas y expanistas, quienes les dijeron a los “burros” morenistas, “dame chace y yo te enseño todas las trampas y cómo hacerlas para que te vuelvas millonario en unos meses, y los otros llenos de envidia y rencor contra priista y panistas, le entraron a un túnel sin salida. Ni los priistas y menos los panistas que hemos conocido, han sido tan voraces como son hoy los morenistas, menos llenos de odio y maldad en contra de los que califican como sus enemigos políticos, que más bien son sus adversarios ideológicos. En esta lamentable transición del priismo al morenismo, hemos perdido a seres queridos, muy queridos, con quienes convivimos en talleres mecánicos, barriendo camiones del servicio urbano, jugando al béisbol, y luego nuestros compromisos nos alejaron, cada uno formó su propia familia, nos fuimos encontrando menos y hoy, con los pocos que quedan, todos jubilados, les hablo del ejemplo de doña Xóchitl Gálvez para que lo retomen para sus hijos  y la respuesta no es siempre buena, quienes fueron mis hermanos de la infancia y otros de la juventud, dicen que no, que mientras les den sus apoyos (programas sociales) están felices porque nunca antes un gobierno les había dado dinero del que se robaban. Esa es la realidad, de jodidos nunca pasarán porque no tienen aspiraciones ni ganas, ni voluntad.