¿Te asustan los roedores? Si es así definitivamente no podrías soportar comer el tradicional y peculiar caldo de rata, el cual es todo un deleite para los habitantes de General Cepeda, en la comunidad de Pilar de Richardson, Coahuila, quienes han encontrado en este animal, al igual que en las serpientes, una interesante fuente de alimento.
Los habitantes del desierto de Coahuila organizan la búsqueda de ratas de campo y serpientes con instrumentos no tan sofisticados como palas, piedras y varas con el objetivo disfrutar de un buen desayuno. La paciencia es una virtud que se requiere a la hora de cazar estos animales, ya que son muy veloces y se ocultan fácilmente entre las rocas y pequeños matorrales.
La habilidad para correr bajo el sol ardiente también es necesario si eres cazador de ratas de campo, que ya forma parte de la dieta de muchas familias del ejido Pilar de Richardson. Aunque para muchos este platillo pudiera parecer repulsivo, aquí es común su consumo y hay varias maneras de prepararla.
¿Cómo se prepara el caldo de rata?
Dorada, en caldo, en salsa verde y en discada, son las formas más comunes en que se preparan las ratas de campo. Los habitantes señalan que para muchos resulta difícil creer en las virtudes de esta comida, pero es porque nunca la han probado, por lo que llaman a consumirla, sin prejuicios.
Para cazar a las ratas solo necesitas hacer talacha, un machete y varas para matarlas. En 500 metros cuadrados, si tienes suerte encuentras hasta 16 ratitas
-dijo Juan Reyna, habitante de General Cepeda.
Vicenta, esposa de Juan Reyna, prepara la rata de campo en la forma que más le gusta a su familia, en caldo. Pone a hervir agua y cocina el pequeño animal. Posteriormente pica col, zanahoria, cebolla, calabaza y papa. Después de varios minutos lo agrega al caldo y lo deja hervir hasta que las verduras y la carne estén en su punto.
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