Consciente de que obtener la candidatura a la presidencia de la República requiere de un milagro, Ricardo Monreal dio a conocer cómo va a arrancar su campaña: “Voy a empezar en la Basílica de Guadalupe; voy con la virgen de San Juan de los Lagos después; luego a Temastián con el señor de los Rayos y claro, terminó en Plateros. Eso es lo que voy a hacer inmediatamente después de que me inscriba”, confió.
Un par de horas después, subió a la tribuna en la sesión de la Comisión Permanente para formalizar su despedida y ratificar su apoyo a la austeridad como si fuera otro acto de fe.
“En el desempeño de mi función en esta legislatura sólo percibí la dieta de 119 mil pesos, nunca una nota de consumo de restaurant, de avión o de hotel cargado al Senado”, enfatizó.
El senador por Zacatecas resaltó que durante su conducción el Senado generó 45 nuevas leyes “de las cuales 39 ya son legislación vigente y seis están por ser aprobadas”.
Kenia López Rabadán, senadora del Partido Acción Nacional, lo despidió con otros datos: “Lo que se ha quedado en el tintero, más allá de 85 nombramientos pendientes en el Senado, tiene que ver, lamentablemente también, con esta visión distinta del país y de lo que es bueno”, abrió la panista.
López Rabadán subrayó el gran pendiente de Monreal en cinco años de trabajos legislativos: la parálisis del Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información (INAI), que atribuyó a la Junta de Coordinación Política. “Ojalá y en algún momento, con la mayoría que tiene su grupo parlamentario, lo entienda”.
La legisladora del blanquiazul adelantó lo que espera a Monreal Ávila en su intención por superar a las otras corcholatas de la llamada cuarta transformación. “Quisiera desearle la mejor de las suertes, aunque también estoy clara que no va a haber piso parejo, senador Monreal. Claramente hay una corcholata favorita”.
Con ánimo conciliador, Manuel Añorve, coordinador de los priístas, recordó que con Monreal se pudo llegar a un acuerdo unánime para aprobar la creación de la Guardia Nacional, al inicio de la legislatura, allá en lo que ya es un lejano 2019, cuando se podía llegar a consensos.
Alejandro Armenta, presidente del Senado, cerró las intervenciones diciendo que “no puede haber mezquindad para reconocerlo, no debe de haber regateo”, enfatizó mientras Monreal se abrazaba con los demás legisladores.
Cuando acabó la oda de Armenta, los mariachis entraron al salón de plenos para abrir con la “Marcha de Zacatecas y seguirse con “El Rey”. Sólo faltó que cantaran “No me amenaces” porque Monreal por más que se despedía, entraba y salía del Senado para seguir con rondas interminables de abrazos y despedidas.
“Me parece una payasada y muy lamentable que se permita en un recinto como en el que estamos el día de hoy”, reclamó la senadora del PAN, Martha Estela Romo, quien minutos antes había reconocido que Monreal no se bajó de la contienda en Morena a pesar de que no es el favorito.
Latinus
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