Por Yair Ademar Domínguez

En un estudio de opinión reciente, realizado por un medio de comunicación de circulación nacional, se indica que el Movimiento de Regeneración Nacional “y sus aspirantes a la candidatura presidencial conservan una sólida ventaja sobre la oposición rumbo a la elección del próximo año”, lo que habla del buen trabajo que se está realizando en todo el territorio nacional.

Es verdad que existe una oposición que se ha venido agrupando, para contrarrestar este efecto, de un mandato que le ha dado prioridad a la gente, a los hombres y mujeres de esta nación, por encima de las élites, acostumbradas siempre a lucrar con el poder público, pero este estudio pinta un buen escenario para este movimiento que ha venido consolidándose en el país.

La encuesta de Buendía & Márquez realizada para este medio, indica que considerando a los partidos políticos de manera individual, la fragmentación del voto opositor coloca a Morena a una distancia significativa de los demás institutos políticos. Morena lidera la preferencia electoral con boleta genérica (usando emblemas de los partidos sin nombres de candidatos) con 41% de las preferencias, mientras que PAN y PRI obtienen 14% y 12%, respectivamente. Les siguen los demás partidos con porcentajes que rondan entre 3% y 5%. Por su parte, 19% de los encuestados no ofreció respuesta a la pregunta de intención de voto.

Estas cifras reflejan también la opinión de los ciudadanos hacia los partidos tradicionales. PRI, PAN y PRD son los institutos que reciben más opiniones negativas que positivas (con balances de -27, -11 y -14 puntos, respectivamente). En contraste, casi siete de cada 10 entrevistados manifestaron tener buena opinión de Morena. Al comparar las cifras de intención de voto y opinión de los partidos, se deduce que aunque Morena no es la primera opción de la mayoría del electorado, tampoco despierta un rechazo generalizado. Es decir, al menos en términos del sistema de partidos, no hay evidencia de polarización, indica el estudio.

La moneda está en el aire. Interesantes los resultados de este estudio. Habría que esperar los tiempos, pero en tanto, se ve y se siente la fortaleza del Movimiento de Regeneración Nacional en todo el país.

Huele a podrido en la SCJN

“Algo huele a podrido en Dinamarca”. La frase de William Shakespeare en Hamlet bien se podría aplicar a lo que sucede en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. “Algo huele a podrido”. Sí, los intereses neoliberales llegaron al máximo tribunal del país, quien intenta sobrevivir para seguir manteniendo al antiguo régimen de mentiras y latrocinios. Son los mismos que intentaron manipular al Instituto Nacional Electoral, son los mismos que salen a las marchas, disfrazados de “pueblo”, cuando en realidad pertenecen a la élite que empobreció a este país.

El presidente Andrés Manuel López Obrador los ha venido desenmascarando los intereses de Claudio X. González y de estos apátridas, hombres y mujeres de privilegios, que se han topado con pared, porque la determinación del mandatario mexicano y del Movimiento de Regeneración Nacional es ingente y está dispuesta a llegar hasta las últimas consecuencias para defender la soberanía de la nación desde el pueblo.

«Nosotros por el voto llegamos aquí (a la Presidencia), pero el Poder Judicial se heredó del antiguo régimen y está intacto, es el Poder Judicial de siempre y hay que renovarlo, como obedece a los intereses del antiguo régimen es un poder para proteger privilegios de una minoría, no para proteger al pueblo y para defender a delincuentes de cuello blanco y de la delincuencia organizada», expresó el jefe de las instituciones del país.

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