Uno de los grandes debates en la arqueología discute cuándo sucedió la primera migración humana hacia el continente americano. Si bien existen varias hipótesis, durante mucho tiempo, la principal era que nuestros antepasados llegaron a Norteamérica hace aproximadamente 15.500 años, cuando salieron de Siberia y se aventuraron por el estrecho de Bering, un camino de hielo formado durante la última glaciación.

Sin embargo, un estudio reciente publicado en la revista Cell Reports sugiere que este desplazamiento puede haber sucedido mucho antes en el tiempo, posiblemente entre 19.500 y 26.000 años atrás, cuando un grupo abandonó la costa norte de China. Esto sería 10.000 años antes, a lo mucho.

Dos grandes eventos migratorios

Investigadores de la Academia de Ciencias de China reconstruyeron lo que puede ser la primera migración humana, utilizando un banco genético que contenía 101.000 muestras de ADN mitocondrial de individuos euroasiáticos de la actualidad y otras 15.000 muestras de ADN de nuestros antepasados, que fueron obtenidas de una base de datos pública.

Tras filtrar toda esa información, el equipo se centró en un total de 216 individuos contemporáneos y otros 39 que pertenecieron a un linaje femenino que hoy en día es muy poco común y procedía de zonas muy cercanas al Mar de China Oriental y el Mar Amarillo.

Al comparar las mutaciones genéticas, ubicaciones geográficas y dataciones de carbono de las muestras, los investigadores dieron con la historia de la migración humana a América e identificaron dos eventos principales.

El primero se produjo entre 19.500 y 26.000 años, durante el Último Máximo Glacial, cuando las capas de hielo alcanzaron su mayor extensión en el último periodo glacial. Se cree que, en ese momento, las condiciones climáticas hacían del norte de China un territorio inhóspito para los humanos.

El segundo desplazamiento, en tanto, ocurrió entre 11.500 y 19.000 años, justo después del periodo de deshielo. Según los científicos, puede ser debido a ese clima favorable que también se produjo un aumento de la población de los Sapiens y, por lo tanto, una expansión a territorios como Estados Unidos, Perú, Chile, Bolivia, Brasil, Ecuador y México.

América, China y Japón comparten antepasados

Asimismo, los investigadores descubrieron por sorpresa que casi al mismo tiempo que ocurría la segunda migración, otro grupo humano salió de China septentrional y viajó hacia Japón, un evento que se puede rastrear en la genética de los indígenas ainus.

De ese modo, también se podría explicar las similitudes en el desarrollo de herramientas que existen entre los pueblos paleolíticos de China, Japón y América, tales como sus técnicas muy parecidas para fabricar puntas de proyectil con vástago para flechas y lanzas.

«La ascendencia asiática de los nativos americanos es más complicada de lo que se había indicado hasta ahora», afirma Yu-Chun Li, antropólogo molecular de la Academia China de Ciencias y primer autor del estudio.

larepublica.pe

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