Las autoridades mexicanas anunciaron el miércoles que el país finalmente desarrolló, a tres años de la pandemia, su propia vacuna contra el COVID-19 que se empleará como refuerzo, aunque especialistas dudan de su eficacia debido a que no está diseñada para las nuevas variantes del virus.

No estaba claro el uso que le darían a la vacuna, llamada “Patria”, que se implementó en un esfuerzo conjunto entre el gobierno y la empresa privada mexicana Laboratorio Avi-Mex, S.A. (Avimex), que anteriormente trabajaba en vacunas para animales.

La aplicación en México de las vacunas contra el coronavirus se redujo drásticamente a finales de 2022 y en lo que va del 2023. El país todavía tiene millones de dosis de la vacuna Abdala que compró a Cuba.

María Elena Álvarez-Buylla Roces, directora general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), anuncio el miércoles, en la conferencia presidencial matutina, que la nueva vacuna ya está lista para usarla como dosis de refuerzo y agregó que solo se espera la última fase de aprobación de la comisión federal para la protección contra riesgos sanitarios

Álvarez-Buylla precisó que entre septiembre y diciembre de este año se tendría la capacidad para producir hasta cuatro millones de vacunas.

El país comenzó a desarrollar la vacuna “Patria” en marzo de 2020, pero las pruebas fueron lentas y el país terminó importando 225 millones de dosis, principalmente de AstraZeneca y Pfizer, y algunas vacunas chinas.

También adquirió nueve millones de dosis de la vacuna Abdala, fabricada en Cuba, en septiembre de 2022, a pesar de que fue diseñada para las variantes del coronavirus que circulaban en 2020 o 2021, no para las variantes actuales. Pocos mexicanos se han presentado a recibir las vacunas cubanas de refuerzo.

Sobre la eficacia que tendrá la vacuna Patria, el médico Fidel Alejandro Sánchez, presidente de la Academia de Ciencias del estado central de Morelos, manifestó dudas. Dijo a The Associated Press que la vacuna mexicana está diseñada para atender el virus original, que ya no existe, y agregó que no se tiene ningún indicio que certifique que pueda servir para las variantes actuales. “Es como leer un periódico de ayer”, comparó.

Sánchez, quien también integra el Consorcio Mexicano de Vigilancia Genómica del SARS-CoV-2, afirmó que la vacuna Patria “va a servir de algo a tu sistema inmune, pero no tiene sentido tratar de usarla como un refuerzo cuando no está diseñada para eso”.

El especialista planteó que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador debería realizar nuevas inversiones para actualizar la vacuna Patria con las recientes variantes y programar un estudio de fase clínica tres, especialmente en regiones estratégicas del país, para garantizar la efectividad del medicamento.

López Obrador se ha esforzado por lograr que México sea autosuficiente en muchas industrias, al tiempo que apoya a Cuba.

Álvarez-Buylla afirmó que el medicamento mexicano “abre el camino en la recuperación de la soberanía en vacunas”.

La cifra oficial de muertes por COVID-19 confirmadas mediante pruebas en México asciende a casi 334.000, pero las pruebas fueron escasas en los primeros días de la pandemia y la revisión de los certificados de defunción realizada por el propio gobierno muestra más de 505.000 muertes en las que COVID-19 figuraba como la causa de fallecimiento.

AP

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