Los 1500 soldados de refuerzo que el Gobierno de Estados Unidos anunció este martes que mandará a la frontera con México comenzarán su despliegue el 10 de mayo, un día antes del levantamiento de una norma por la que el país ha llevado a cabo expulsiones en caliente.
El portavoz del Pentágono, general de brigada Pat Ryder, dijo en una rueda de prensa que “esas tropas llegarán tan pronto como el 10 de mayo y en las próximas semanas”.
Precisó que se trata de soldados en activo y no en la reserva, como ha ocurrido en ocasiones anteriores.
Ryder anunció este martes que el Departamento de Defensa iba a desplegar en la frontera con México a 1.500 uniformados temporalmente, por 90 días, a petición del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés).
A lo largo de ese periodo, el Pentágono va a explorar otras opciones en el futuro para sustituir esas fuerzas en activo por otras en la reserva o recurrir a la ayuda de contratistas.
El portavoz precisó que, en concreto, las unidades que se enviarán a la frontera forman parte del Ejército y del cuerpo de Marines, e hizo hincapié en que esas tropas ofrecerán apoyo a los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés).
El Gobierno del presidente estadounidense, el demócrata Joe Biden, ha precisado que los soldados no desarrollarán tareas de “aplicación de la ley”, sino respaldo a la CBP en la detección y vigilancia de la frontera.
De hecho, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, matizó hoy que esos efectivos adicionales efectuarán “tareas administrativas” y no “interactuarán con los inmigrantes”.
“A la luz de los cambios el 11 de mayo y el aumento anticipado (en el flujo de migrantes), el DHS nos contactó y pidió apoyo en lo que respecta al número de militares que hay allí ahora”, indicó Ryder.
Actualmente se encuentran en la frontera unos 2.500 efectivos de la Guardia Nacional, que es un cuerpo castrense en la reserva, que se dedican a labores de respaldo a la CBP en la detección y vigilancia de la zona y dan apoyo de aviación.
Preguntado por el motivo de que esta vez se ha optado por mandar soldados en activo, Ryder lo justificó como un asunto de “preparación”: “Esto va de reaccionar. El DHS nos ha pedido apoyo y la capacidad de proporcionar un respaldo de forma rápida por parte de nuestras fuerzas en activo es realmente clave aquí”.
En ese sentido, agregó que al enviar militares en activo el Pentágono puede responder “muy rápidamente”.
En una audiencia ante un comité del Congreso este mes, el director interino de la CBP, Troy Miller, señaló que se espera que el número de cruces irregulares en la frontera aumente a 10 mil al día una vez se suspenda la normativa.
INFORMACIÓN: San Diego Tribune