Tras el albazo de Alejandro “Alito” Moreno a Miguel Ángel Osorio Chong, un columnista de esos que primero escriben y luego piensan, me dijo que con esto veía imposible que el diputado federal José Francisco Yunes Zorrilla, alcance la candidatura de la alianza para la gubernatura de Veracruz por una razón: “Alito no quiere a Pepe; punto”.

Si no me desternillé de risa en su cara es porque soy muy educado.

Si la oposición quiere ganar en la entidad, Alito tendrá que dejar de lado su animadversión por Pepe, porque el día que se siente a negociar sobre Veracruz con el PAN y PRD, la única opción ganadora y de peso que tendrá para oponer a los otros dos partidos y al candidato o candidata de Morena será el peroteño.

¿No hay más cartas en el tricolor?

Marlon Ramírez o Anilú Ingram serán candidatos de primera en el 2030; mientras eso sucede, son inmejorables opciones al Senado de la República. Juan Manuel Diez Franco que ha sido por mucho el mejor alcalde de Orizaba desde su fundación, carece de la presencia, empaque y carisma que requiere el candidato opositor para hacer triunfar a la coalición PAN-PRI-PRD. Y a Lorena Piñón no sé quién le dijo que puede ser gobernadora de Veracruz en esta vida.

La única baraja que tiene el PRI para encabezar la coalición y hacerla ganadora se llama José Francisco Yunes Zorrilla, y eso lo saben hasta los panistas y perredistas más obstinados. Si Alito comete el error de sacarse de la manga otra carta, habrá rebelión en la granja y rebelión en serio, porque para el grueso de los priistas veracruzanos no hay más que José Yunes. Así que aguas.

Pepe es un político de tiempo completo que conoce como pocos los problemas de la entidad y la manera de resolverlos. Desde el 2018 trae bajo el brazo un programa para combatir la inseguridad y la violencia que si se pone en práctica, inhibirá de manera sustancial estos flagelos.

Su rectitud, honestidad y decencia no están a discusión; son la marca de la casa desde que ocupó su primer cargo público. Es el único legislador del PRI en Veracruz que se fajó haciendo campaña; los demás son plurinominales.

Su trabajo legislativo tampoco está a discusión y para muestra un botón. Ningún otro Senador ha gestionado para la entidad 5 mil millones de pesos que beneficiaron a un centenar de municipios.

En entrevista el pasado viernes en Xalapa donde asistió a un foro turístico, dijo que la elección en Veracruz será una elección de Estado y que sí buscará la candidatura, pero agregó:

“Ahora cada militante de cada partido seguramente está en tiempo para poder generar y perfilar sus condiciones y al final del día, que sea el que tenga que ser, del partido que sea (o) sin partido político, pero con el respaldo de las organizaciones y de la sociedad que tiene que alzar la mano y tiene que participar más directamente para ganar su futuro en los términos que quiera”.

Es decir, para el legislador federal es de suma importancia la participación de toda la sociedad en una gran alianza y no sólo de los votantes tradicionales.

Pepe agregó que es de suma importancia hacer un frente opositor postulando a un candidato que tenga las mejores credenciales, la mejor trayectoria, la mejor fama pública y las mejores condiciones para poder enfrentar el embate del Estado. Y la pregunta es obligada: ¿Hay en la oposición o en el partido en el poder un aspirante con el palmarés político y moral del peroteño?

Como contestación al columnista, no creo que José Francisco Yunes Zorrilla necesite del “cariño” de Alito Moreno para lograr la candidatura de la coalición opositora, mientras que Alito sí necesita de Pepe para recuperar Veracruz.

Si como es casi un hecho, Alito se queda en la dirigencia del partido hasta después de las elecciones del 2024, por el bien del PRI y del propio Alito, al campechano no le quedará de otra que apoyar a Pepe Yunes… y apoyarlo con toda su alma.

Que no lo quiera, eso vale puro sorbete.

bernardogup@nullhotmail.com