Las enormes movilizaciones en defensa del INE han hecho suponer que la oposición le puede arrebatar la presidencia a Morena, pero eso no es seguro.

Lo que sí muestran esas protestas es que Morena se aleja cada vez más de repetir triunfos como los obtenidos en 2018, cuando no solo arrasó López Obrador sino una gran mayoría de sus candidatos a gobernadores, senadores y diputados.

Traducción de esto: las condiciones políticas prevalecientes aún son difíciles para que la oposición gane la presidencia, pero el desgaste de AMLO y Morena sí hará que pierdan un buen número de senadurías y diputaciones. Esto lo tienen en su radar políticos del PAN, PRI y PRD, que han empezado a moverse para el próximo año estar en las boletas electorales como candidatos a las cámaras Alta y Baja, con posibilidades de ganar por la inconformidad que existe en diversos sectores de la población.

A ver si esto finalmente no perjudica a la oposición, pues no sería extraño que terminen peleados por las candidaturas, al presentar un bloque débil o de plano ni a alianza lleguen.

Y es que los militantes distinguidos de esos partidos, es decir, los que tienen poder de decisión o influyen, parecen estar ciegos o se hacen los invidentes ante los reclamos de la sociedad.

Si cientos de miles de mexicanos desbordaron la plancha del zócalo de la Ciudad de México en su protesta del mes pasado, en “defensa del INE” (más bien como muestra de su inconformidad contra el Presidente), no fue a convocatoria de ningún político ni partido, sino por cuenta de la sociedad civil.

Y esa protesta, que se replicó en decenas de ciudades, ha sido también un grito de ya basta no sólo contra la 4T y su líder, sino contra los políticos en general.

En la oposición deben saber que la sociedad los tiene reprobados, pues todos le han fallado.

Si en 2024 votarán por ellos es porque no tendrán de otra para manifestar su rechazo a Morena, no porque adoren a panistas, priistas y perredistas.

Sin embargo, hasta hoy, están resistiéndose a ceder sus espacios a la sociedad civil que irrumpe en el escenario político.

Saben que lo que tienen que hacer es dar un buen número de candidaturas a ciudadanos que se han distinguido por sus acciones, ¿pero lo harán?

En fin, ahora que es tiempo de tomar definiciones, pues Morena les lleva gran ventaja, al primero que se define fuera de los partidos, Gustavo de Hoyos, expresidente de la Coparmex, le fue mal porque no los tomó en cuenta.

Los partidos quieren mantener su monopolio en las candidaturas, sin darse cuenta que para que sobrevivan tienen forzosamente que abrirse a la sociedad.

¿Qué piensan de esto Marko Cortés, Alejandro Moreno y Jesús Zambrano? Hasta ahora, que ya son casi cuarto para las doce, guardan silencio.

HABLANDO DE DEFINICIONES, como la que hizo Gustavo de Hoyos, acá en Veracruz Pepe Yunes también se ha definido. Por un lado ha señalado que va por la candidatura a gobernador y, por otra, precisa que no lo verán en ninguna otra lista de candidaturas, o sea, no peleará la nominación a la gubernatura para así poder llegar al Senado o al Congreso local, al estilo de la mayoría.

¿Quién le sigue en definirse así?