Medio millón de personas se manifestaron el sábado a lo largo y ancho de Israel, «la mayor protesta en la historia de Israel», según las organizaciones de la sociedad civil que convocan manifestaciones contra el nuevo gobierno de Benjamin Netanyahu.
«Alrededor de medio millón de hombres y mujeres vinieron anoche a protestar contra el golpe de estado, a la manifestación central en la calle Kaplan de Tel Aviv y en otros lugares de punta a punta de Israel. Es la mayor protesta en la historia del Estado de Israel», afirmaron los grupos organizadores en un comunicado.
Desde hace semanas, la policía no facilita estimaciones sobre el número de participantes en estas protestas que permita contrastar el dato que ofrecen los organizadores, que generalmente está validado por los medios israelíes.
La clave del descontento de la población israelí está en una reforma judicial impulsada por el gobierno de Benjamin Netanyahu. A pesar de la masiva oposición, la coalición gobernante —integrada por ultraderechista y ultraortodoxos— pisa el acelerador del proceso legislativo.
¿Qué dice la reforma judicial promovida por Netanyahu?
La reforma judicial busca aumentar el poder de los legisladores por encima de los jueces. Prevé lima introducción de una cláusula «derogatoria» que permitiría al Parlamento anular una decisión del Tribunal Supremo, con un simple voto por mayoría simple.
El Parlamento aprobó este lunes en la primera de tres instancias una ley que protegería al primer ministro de una potencial suspensión del ejercicio de sus funciones, en el marco de una polémica reforma judicial que busca otorgar más poder al Ejecutivo en detrimento de la Justicia.
En febrero, la fiscal general de Israel advirtió al primer ministro de que no puede participar en la reforma debido a que existe un conflicto de intereses por su actual juicio por corrupción, en el que se le acusa de fraude, cohecho y abuso de confianza.
Medios israelíes destacan que esta ley tiene por objetivo evitar que el Supremo o la fiscal general exijan la remoción temporal de Netanyahu debido a dicho conflicto de intereses.
También están incluidas iniciativas que otorgarían al gobierno el control total sobre el nombramiento de los jueces, además de permitir que cargos políticos ocupen los puestos de asesores legales en los ministerios.
Netanyahu y su ministro de Justicia, Yariv Levin, consideran en cambio que esa reforma restablecerá un equilibrio de fuerzas entre los legisladores y la Corte Suprema, a la que ven como una institución politizada.
El presidente de la comisión de leyes del Parlamento, Simcha Rothman, tiene previsto realizar audiencias sobre el proyecto desde el domingo hasta el miércoles con vistas a respetar el calendario establecido con el ministro de Justicia.
El Ejecutivo, el más derechista de la historia del país, desea aprobar los principales puntos de la reforma antes del 2 de abril.
¿Por qué protestan miles de personas en Israel?
Amplios sectores de la sociedad israelí, no solo la izquierda sino también desde el centro liberal, ven esa reforma como una amenaza a la democracia, ya que permite que un amplio control del Ejecutivo sobre la Justicia, al poder elegir los jueces, además de la «cláusula de anulación», por la que el Parlamento podría revertir fallos del Supremo.
Grupos por Banderas Negras o el Movimiento por un Gobierno de Calidad en Israel han aglutinado por 10 semanas a cientos de miles de israelíes en las principales ciudades del país, con Tel Aviv como epicentro, para protestar contra la reforma judicial impulsada por el nuevo gobierno de Benjamín Netanyahu.
«No queremos que desaparezca nuestra democracia y que el Tribunal Supremo sea destruido. Queremos que el gobierno sea controlado», declaró Asaf, un abogado presente en la primera manifestación, el 7 de enero.
La manifestación principal tuvo lugar este sábado en el centro de Tel Aviv donde, según los medios, más de 240,000 personas acudieron con banderas blancas y azules. En las ciudades de Haifa, en el norte, y de Beerseba, en el sur, se batieron récords de participación, con 50,000 y 10,000 personas respectivamente, según los medios.
La presión en la calles se ha hecho mayor a medida que los proyectos de ley centrales de la reforma judicial avanzan en la Knesset (Parlamento israelí) y cuando está previsto que esta semana sen aprobados en lectura final varios de sus aspectos más polémicos, como la cláusula de anulación.
«Esta es una de las semanas más críticas en la lucha por salvaguardar la democracia israelí de quienes intentan destruirla.Todo israelí en cuyo corazón está la Declaración de Independencia debe salir con fuerza y coraje para defender al Estado de Israel», señalaron los organizadores de las protestas, que han vuelto a convocar para este jueves.
¿Qué sectores pueden ser afectados por la reforma?
Los trabajadores de la industria tecnológica han participado en las protestas y afirman que este sector va a salir perjudicado si las firmas extranjeras pierden su confianza en el sistema legal y los principios democráticos.
Esta reforma preocupa a los sectores de la tecnología y de las finanzas que temen verse perjudicados por una fuga de inversores.
La propuesta puede suponer «un duro golpe para la economía», advirtieron dos antiguos gobernadores del Banco de Israel en un país que se considera como una nación de emprendedores.
Varias figuras claves del sector tecnológico israelí —que representa un 15% del PIB y más de la mitad de las exportaciones— han jugado un rol clave en las protestas que lograron reunir a multitudes en Tel Aviv y en otras ciudades.
Algunos analistas afirman que la incertidumbre en torno a la reforma ya ha lastrado la economía y que desde finales de enero el valor de la moneda local, el sequel, ha caído un 7% frente al dólar.
Dror Salee, un prominente emprendedor, afirma que el impacto ya se siente.
«Todavía no hay datos sobre la caída de la inversión extranjera, que representa un 85% a un 90% de la inversión en alta tecnología, pero no conozco ninguna empresa que logre recaudar inversiones en este momento», declaró Salee.
«Todo lo que hemos construido en los últimos 20 a 30 años está colapsando», agregó el empresario, que ha participado en las protestas.
Para Omar Moav, profesor de economía en la Universidad de Warwick, en el Reino Unido, y en la Universidad Reichman cerca de Tel Aviv, «existe un estrecho vínculo» entre crecimiento económico e inversión y por otro lado el sistema democrático.
«Cuando el sistema judicial se debilita y el ejecutivo puede establecer las reglas del juego a su discreción, esto abre la puerta a la corrupción y la incertidumbre, dos cosas que ahuyentan a los inversores y a los mercados», explicó.
El sector tecnológico se expandió significativamente durante el anterior mandato de Netanyahu de 12 años que terminó en 2021. Ese año, este sector representó un 54% de las exportaciones de Israel, según las cifras más recientes de la Autoridad Israelí de Innovación.
Expansión
Conéctate con Formato7.
El nacionalismo para ocultar el narco | COLUMNA de Héctor Yunes Landa