Más tardó el multimillonario Elon Musk en anunciar su intención de montar su armadora de automóviles eléctricos Telsa en Nuevo León, que el presidente López Obrador en ponerle trabas. “Es una muy buena noticia… pero ¿y el agua? El 70 por ciento del agua del país está en el sureste”. En palabras llanas; muévete más al sur güero o no habrá permiso para instalar tu fábrica.

Esto me hizo recordar marzo del 2020 cuando habitantes de Mexicali azuzados por esbirros de la 4T, exigieron que se fuera de su ciudad la cervecera Constellation Brands al conque de que los iba a dejar sin agua. Y la empresa se fue, dejando sin oportunidad de emplearse a 2 mil mexicalenses que ahora están pidiendo que regrese.

Después de lo que dijo el presidente los gobiernos de Durango, Tamaulipas, Hidalgo y Michoacán (que no están en el sureste), se apuntaron para que Telsa se instale en sus entidades.

Y Veracruz, que sí está en el sureste, también alzó la mano.

La primera en hacerlo fue la alcaldesa del puerto jarocho Patricia Lobeira que ofreció agua y electricidad a Telsa para que pueda operar su armadora, además de la infraestructura portuaria más importante de todo el sureste mexicano.

Cuarenta y ocho horas después el gobernador Cuitláhuac García, dijo que su gobierno hará “una propuesta formal, que no sea mediática” a Elon Musk.

“El único estado que tiene exceso de gas para uso industrial es Veracruz; tenemos las cantidades que nos solicitan y la instalación de gasoductos; tenemos la única nucleoeléctrica en el país con el nivel de potencia que quieran consumir de electricidad sin problema, y el agua: 30 por ciento de este recurso está en Veracruz. Y por si esto fuera poco, somos parte con Oaxaca del Corredor Transístmico, el único estado que tiene estas condiciones y que puede tener salida al Golfo y al Pacifico”, apuntó como tentadora oferta.

Los municipios donde podría instalarse la armadora son Poza Rica, Tuxpan, Coatzacoalcos, el puerto de Veracruz y sus vecinos Medellín de Bravo, Manlio Fabio, Soledad de Doblado y Alvarado.

Todo eso está bien, pero para instalar una fábrica de esa naturaleza los inversionistas ven otros aspectos como el de la salud e infraestructura carretera y Veracruz tiene pésimos hospitales y peores carreteras. También ven la seguridad y tu mejor que nadie sabes cómo estamos en ese rubro, lector.

No imagino a Telsa en Poza Rica, el puerto jarocho o Coatzacoalcos donde la inseguridad y la violencia son parte de la vida cotidiana. Tampoco en Medellín, Manlio Fabio, Soledad de Doblado o Alvarado que carecen de una buena infraestructura hospitalaria y carretera.

Otra cosa que no mencionó Cuitláhuac es que su gobierno está lleno de transas que le pondrán obstáculo sobre obstáculo a la empresa de Elon Musk, que por otra parte no tiene la menor intención de instalarse en la entidad.

Si no se instala en Nuevo León lo hará en Canadá donde lo que sobra es agua, electricidad, buenos hospitales, infraestructura carretera y seguridad.

En eso va a parar el argüende que se traen tanto la alcaldesa jarocha como el señor gobernador, a resulta de las trabas, impedimentos y dificultades que el presidente le está poniendo a otra empresa extranjera.

Ya lo verás, lector.

 La postura de José Yunes

Para quienes se preguntan cuál es la posición José Francisco Yunes Zorrilla sobre las empresas fantasma que están en vías de convertirse en una pesadilla para el gobierno estatal, el legislador federal fue claro.

En entrevista con los medios el lunes anterior, Pepe resaltó la importancia de “no dejar pasar” el tema, pues si existen empresas fantasma, seguramente detrás hay todo un aparato de corrupción operando.

“Las factureras, las denominaciones fantasmas, son referente de corrupción y si no fuera el caso aquí, se requiere una explicación”, dijo el diputado federal.

El peroteño agregó que el Servicio de Administración Tributaria tiene la obligación de dar seguimiento a las denominaciones fiscales y detectar cuando hay empresas fantasma. “Lo que hay que ver, es que no sean solo estos casos, sino vigilar que no haya más”.

El problema lector, es que el SAT convertido como está en brazo ejecutor del presidente y ocultador de chanchuyos cuatroteístas difícilmente investigará, mientras que el gobierno estatal ha optado por recurrir al silencio y no hablar más del tema, como si así fuera a desaparecer.

Igual que en los tiempos de Duarte del que todos sabemos dónde está.

Por lo pronto, el legislador Yunes Zorrilla fijó su postura clara y firme, que es la que deseaban escuchar los veracruzanos.

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