En la última década, el gobierno de Veracruz ha invertido más dinero en el pago de la deuda pública, que en generar obra de infraestructura y, sin importar las siglas partidistas, todas las administraciones han caído en subejercicio, y gastan el dinero al siguiente año.

El gobernador Cuitláhuac García Jiménez ha insistido que su administración es la que más ha invertido en obra pública, y eso es cierto si se compara con el gobierno de Miguel Angel Yunes, sin embargo, en los últimos tres años de Javier Duarte de Ochoa se programó más dinero que en los cinco años del morenista.

García Jiménez ha presupuestado el gasto de 24 mil 12 millones 731 mil pesos del 2019 al 2023 para obras de infraestructura, de acuerdo a lo aprobado por el Congreso de Veracruz; sin embargo, del 2019 al 2022 se ha modificado el gasto y se logró redirigir un total de 32 mil 362 millones de pesos.

Datos de los informes trimestrales de la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan) también confirman que, de los más de 32 mil millones, 12 mil 113 millones de pesos se reportaron como no gastados al 31 de diciembre de cada ejercicio fiscal, es decir, se cayó en subejercicio. Ese monto se acumula del 2019 al 2022.

Los gobiernos de Miguel Angel Yunes Linares (2016-2018) y en sus últimos tres años de gobierno de Javier Duarte de Ochoa (2014-2016) presupuestaron 30 mil 720 millones de pesos; sin embargo, solo gastaron 26 mil 276 millones de pesos.

Para el economista Hilario Barcelata Chávez el dinero que se destina a obra pública es mínimo en relación al presupuesto anual del estado, además, de la carga burocrática, se atribuye a que la deuda pública heredada, pues limita el margen de maniobra del gasto de la hacienda estatal.

Según datos contenidos en los presupuestos y en los informes trimestrales, así como en las Cuentas Públicas, en la última década se han destinado 58 mil 538 millones 904 mil 951 pesos para obra pública; en contra parte, se han invertido 67 mil 123 millones 401 mil 269 millones de pesos para el pago de deuda pública a instituciones bancarias.

El investigador, destacó que el gasto de capital debería generar desarrollo económico en el Estado, sin embargo, se ha destinado a realizar pequeñas calles o acciones mínimas que no detonan las regiones, pues existe una idea equivocada de cómo se debe gastar el presupuesto del Estado.

El gasto de capital es el recurso que se programa para invertir en la construcción, adquisición y modernización de edificaciones, escuelas, hospitales, plantas productivas y caminos del Estado.

No le cuadran las cifras a Cuitláhuac

 

Este 09 de enero, el gobernador anunció la inversión de 10 mil millones de pesos en obras para el sector salud, desarrollo social, infraestructura carretera, medio ambiente, caminos y carretera, infraestructura de agua, saneamiento y para el campo.

El monto de lo que anunció el mandatario contrasta con el detalle del gasto capital que se programó en el proyecto de presupuesto de este 2023 que, si bien incluye una inversión de más de 16 mil millones de pesos, solo 5 mil millones corresponden a obra pública.

¿Cuánto se programó y cuánto ha gastado Cuitláhuac?
En 2019, el presupuesto que aprobó el Congreso de Veracruz etiquetó 4 mil 547 millones de pesos para gasto capital; al cerrar el año, datos del Cuarto Informe Trimestral, reporta un aumento de 20 mil 484 millones de pesos, ese dinero ingresó tras la reestructuración de la deuda pública.

Según el reporte al cierre del 2019, destaca que se dio un aumento en 250 millones de pesos para la generación de obra pública. Ese mismo informe reconoce un subejercicio de mil 977 millones de pesos, de ese total mil 443 millones, correspondían a los 2 mil 484 programados para obra pública a través de la SIOP.

Para el 2020, se presupuestaron 4 mil 797 millones de pesos para gasto de infraestructura, según lo aprobado por el Congreso. Sefiplan reportó un ajuste al alza de 8 mil 895 millones de pesos, siendo SIOP, DIF, IEEV, CAEV, SEDESOL y SESVER, las dependencias con más recursos.

El Cuarto Informe Trimestral, al 31 de diciembre del segundo año de Cuitláhuac García Jiménez reportó un avance financiero, es decir, dinero pendiente de gastar por 2 mil 31 millones de pesos.

En 2021, los diputados aprobaron un presupuesto para infraestructura de 3 mil 994 millones de pesos, sin embargo, el informe de la Sefiplan reportaba recursos etiquetados por 10 mil 872 millones de pesos que se le reasignaron a SIOP, CAEV, IEEV, DIF, SEDESOL y SESVER.

El informe trimestral a diciembre reportó que se había contratado 9 mil 438 millones de pesos, aunque no todo estaba pagado o ejercido, y estaban pendientes de asignar mil 433 millones de pesos. Para este año se tuvo un avance financiero de 67.5 por ciento y con un saldo pendiente por ejercer 3 mil 528 millones de pesos al 31 de diciembre de ese año.

Para el 2022, el monto que se aprobó en el Congreso de Veracruz era de 4 mil 713 millones 646 mil pesos. La Sefiplan, reportaba hasta el mes de septiembre, un monto de inversión pública de 8 mil 470 millones de pesos.

Al tercer trimestre se había contratado 6 mil 635 millones de pesos; existía un importe pendiente de contratar de mil 761 millones; sin embargo, el avance financiero reportaba que había 4 mil 575 millones de pesos en la tesorería pues, aunque se había comprometido, el dinero no se había pagado.

El aumento en el monto de los recursos que se ejercen se atribuye a que se logran recursos extraordinarios, por el adelanto de fondos federales, o como ocurrió en el 2021, por la contratación de créditos con la banca privada.

Gobierno del Estado no invierte en desarrollo

 

El economista Hilario Barcelata Chávez comentó que desde el 2019 al 2023 se ha incrementado en un 83 por ciento el pago de la deuda pública, lo que limita la posibilidad de generar más obra pública “y desarrollo del Estado”.

La generación de la obra en el gobierno de Cuitláhuac no ha tenido un efecto positivo en las regiones en las que se ha construido, y eso se atribuye a la falta de planeación o proyección desde el plan de desarrollo.

“No se tiene claro cuáles son las prioridades, tiene que ver con conocer cuáles son las necesidades más apremiantes y un estudio de dónde deben aplicarse esos recursos. Eso debía estar plasmado en el Plan Estatal de Desarrollo”.

El economista consideró que no ha quedado claro cuáles acciones son las que debe realizar el Estado y cuáles corresponden a los municipios, “está bien que se hagan callecitas, pero eso es un gasto municipal (…) el gobierno debe generar infraestructura hospitalaria, escolar, carreteras, caminos vecinales, puentes; obras que faciliten comunicaciones y atraiga inversiones”.

La pobreza que se tiene en el Estado se debe a que los ciudadanos no tienen acceso a servicios básicos de salud y educación, y es ahí donde se debe invertir para generar infraestructura en beneficio de quienes más lo necesitan.

“La gente cae en pobreza porque no va a la escuela, porque no hay escuela, no va al hospital, porque no hay hospital y si los caminos no están bien eso profundiza la inequidad”.

El gasto de Yunes y Duarte Vs a Cuitláhuac

 

En el bienio de Miguel Ángel Yunes Linares se etiquetaron en total 6 mil 226 millones de pesos, en total invirtieron 5 mil 305 millones en acciones y obras públicas. En cambio, pagó 19 mil 728 millones de pesos a bancos, como parte de la reestructuración y renegociación de la deuda.

En el caso de Javier Duarte del 2014 al 2016 programó el gasto de 24 mil 493 millones de pesos para generar infraestructura; solo invirtió 20 mil 900 millones de pesos, y reportó un subejercicio al 2016 de mil 130 millones de pesos.

Por concepto de deuda pública, el gobernador que reestructuró en dos ocasiones la deuda pública pagó 11 mil 329 millones de pesos a la banca privada.

AVC

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