Con programas como el Quédate en México o el Título 42, México se ha convertido en un muro para miles de migrantes que tenían la intención llegar a Estados Unidos.

En su momento con Donald Trump y después con Joe Biden, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha tenido que dialogar, negociar y hasta aceptar presiones para contribuir en la contención del flujo migratorio. El resultado: En cuatro años, el número de personas presentadas ante la autoridad migratoria es prácticamente igual al acumulado en los ocho años previos, que incluyen los últimos dos años del gobierno de Felipe Calderón y todo el sexenio de Enrique Peña Nieto.

Para expertos en migración consultados por Expansión Política, México siempre ha colaborado con Estados Unidos para enfrentar la migración, sin embargo, en los últimos años, ha habido mayor contribución debido al crecimiento del flujo migratorio con destino a Estados Unidos.

En cuatro años del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador se han presentado ante la autoridad migratoria a 963,622 personas en condición irregular, cifra 61% mayor al mismo periodo de la administración de Peña Nieto cuando se presentaron a 597,804 migrantes en condición irregular y a todo el el sexenio donde se presentaron 823,095 migrantes.

Para la administración de Biden, la migración ha sido un asunto complicado. Durante su gobierno el flujo de migrantes ha roto récords. Tan solo en el año fiscal 2022 (que contempla desde el mes de octubre de 2021 a septiembre de 2022), la Patrulla Fronteriza reportó 2 millones 378,944 encuentros con migrantes, la cifra más alta desde que se lleva registro. Las detenciones de migrantes representaron un incremento de 37% respecto al año 2021 cuando la cifra fue de 1,734,686.

En 2022 se rompió récord de personas presentadas ante la autoridad mexicana por su condición irregular con 388,611, un incremento del 25% de los presentados un año antes. (Damián Sánchez Jesús/Cuartoscuro)

EU enfrenta flujos migratorios que rompen récords

También es en su administración en la que ha repuntado el flujo de migrantes procedentes de países como México, Venezuela, Haití, Cuba y Nicaragua. Mientras que los procedentes del llamado Triángulo Norte de Centroamérica (El Salvador, Honduras y Guatemala) ha tenido un descenso.

Tanto Donald Trump como Joe Biden han tenido que recurrir a México para enfrentar el fenómeno migratorio.

Con el político republicano, el gobierno de López Obrador tuvo que aceptar la entrada en operación del “Quédate en México”, así como ceder a desplegar la Guardia Nacional en sus fronteras norte y sur para contener el paso de migrantes a cambio de no gravar con un 5% las importaciones de artículos mexicanos. Mientras que con el demócrata ha alcanzado acuerdos para recibir en sus tierras a migrantes expulsados de Estados Unidos por el Título 42.

Hace unos días, el gobierno de Biden anunció la ampliación del Título 42, bajo la cual se regresarán a México a ciudadanos Cuba, Nicaragua y Haití, una medida que desde octubre ya se aplicaba con ciudadanos venezolanos.

El Título 42 es una orden de salud que funcionó como una medida migratoria. Bajo el argumento de evitar la propagación de covid-19, a los migrantes que llegaban a la frontera compartida con México se les negaba la posibilidad de solicitar asilo y se les expulsaba. Bajo ese título se han dado la mayor parte de las salidas de migrantes desde marzo de 2020.

Eunice Rendón, coordinadora de Agenda Migrante, considera que para Estados Unidos es fundamental la cooperación en materia migratoria y en los últimos años ha tenido éxito al lograr su ayuda para programas como «Quédate en México» y «Título 42.

«Para Estados Unidos es prioritario la actitud que tenga México para el tema fronterizo, migratorio (…) han logrado acuerdos importantes como es el Título 42, Quédate en México y la presión, específicamente de control migratorio en el sur del país», afirma.

Más acuerdos entre México y Estados Unidos

Previo a su encuentro bilateral en la Ciudad de México, los presidentes de México y Estados Unidos acordaron que los migrantes expulsados por el Título 42 serían recibidos en México.

“Las personas que crucen irregularmente la frontera de Panamá, México o los Estados Unidos después de la fecha de este anuncio (este jueves 5 de enero) no serán elegibles para el proceso de libertad condicional y estarán sujetos a expulsión a México, que aceptó el regreso de 30,000 personas por mes”, anunció Biden.

La intención del nuevo acuerdo migratorio entre México y Estados Unidos busca hacer “ordenado, seguro y humano» el ingreso a tierras estadounidenses. Para tener la oportunidad de trabajar durante dos años en Estados Unidos, los interesados deberán presentar su solicitud vía electrónica, contar con un patrocinador en ese país, estar vacunado contra el covid, pasar una investigación de seguridad así como llegar vía aérea.

Alma Guadarrama Muñoz, especialista en derechos humanos y catedrática de la Universidad La Salle, considera que no cualquiera podrá cumplir con esos requisitos, a pesar de que migrar sea una cuestión de vida o muerte.

“Los requisitos son clasistas puesto que es solamente cubriendo los elementos como tener el cuadro de vacunación, como tener un familiar que asegure la estancia, haber aprobado la evaluación de datos biométricos y seguridad, evidentemente, muchos migrantes no lo van a poder cumplir por eso lo considero clasista. Ante esta nueva medida, México se pone en medio”, afirma.

Desde el gobierno de México se dio el aval. El presidente López Obrador afirmó que con la decisión de enviar a territorio mexicano a venezolanos, la cifra de detenciones de migrantes procedentes de Venezuela disminuyó en Estados Unidos, por lo que se prevé que suceda algo similar con los originarios de Cuba, Nicaragua y Haití.

Rendón Cárdenas sostiene que el Título 42 fue una medida que se justificó durante la pandemia de coronavirus, pero ya las condiciones son diferentes, por lo que ya no está justificada.

José María Ramos, profesor -investigador del Colegio de la Frontera Norte (Colef) explica que ante el repunte de migrantes de otras nacionalidades, Estados Unidos ha tenido que recurrir a un nuevo plan para enfrentar la crisis migratoria. Sin embargo, considera que siguen siendo “muchos los incentivos” para enfrentar el desafío de llegar a Estados Unidos.

“Hay migrantes que reinciden tres o cuatro veces para llegar a Estados Unidos porque los incentivos de llegar a ese país son muy altos, además del económico”, comenta.

Una muestra de que son más altos los incentivos de intentar ingresar a Estados Unidos que los posibles riesgos, es que por el programa «Quédate en México» fueron ingresados alrededor de 70,000 migrantes, de los que hoy no se tiene información clara sobre su ubicación, pues varios reingresaron por sus propias vías o incluso ayudados por traficantes de personas, pues se estima que hasta 7 de cada 10 recurren a un “coyote”.

“Con la experiencia de Quédate en México, originalmente, se dijo que eran 70,000 los expulsados, sin embargo, cuando se reanudó el sistema con la llegada de Biden a la Presidencia, ese número estaba en cerca de 25,000. ¿La pregunta es qué pasó con el resto? lo que sucedió es que ese resto está en Estados Unidos y están allá porque los incentivos de estar allá son mucho más altos. Tuvieron que invertir más en el traficante, pero están allá”, comenta Ramos.

A pesar de los acuerdos suscritos entre México y Estados Unidos, los expertos señalan que la migración no se detendrá.

«Se van a seguir presentando más migraciones, sobre todo si consideramos el contexto mundial en el que estamos. La migración como tal va a seguir viniendo y en oleadas muchísimo más fuertes», agrega Guadarrama Muñoz.

Expansión

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