El senador panista Julen Rementería del Puerto es el aspirante más activo hasta el momento de la alianza Va por Veracruz que no tardan en reconfirmar el PAN, PRI y PRD rumbo al 2024. Julen ha sido un enconado adversario de los morenos a los que no se ha cansado de señalarles sus dislates. Además, trae tras de sí un excelente equipo que lo ha posicionado muy bien tanto en las redes como en los medios de comunicación.

El legislador es sin discusión la carta más fuerte del PAN a la gubernatura. Nadie le hace la mínima sombra en el blanquiazul, ni los Yunes del Estero cuya baraja más preciada es la señora Patricia Lobeira, alcaldesa de Veracruz, que a lo más que puede aspirar es a una senaduría.

Desde el 2018 en que Morena llegó tumbando caña y dejó a la oposición en calidad de fiambre, Julen ha ido abriéndose paso rumbo a la candidatura de la alianza tripartita y seguidores no le faltan.

“Nuestro abanderado Julen va que vuela a la gubernatura. No lo van a parar y tampoco lo van a bajar”, me dijo un distinguido panista, pero quién sabe. Quien le acaba de meter una penosa zancadilla fue un miembro de su familia.

Este martes, el diputado local Bingen Rementería que entre otras cosas es su hijo, se sumó a la bancada de Morena y votó a favor de la designación de los magistrados que integrarán el Tribunal de Justicia Administrativa del Estado de Veracruz (TRIJAEV), puros cuates de Cuitláhuac García que tienen la imparcialidad que tenía el PRI en sus años de gloria y son más morenistas que Andrés Manuel.

A los morenos les faltaba un voto para imponer a sus magistrados y Bingen les hizo el favor, junto con los también panistas Nora Lagunes y Hugo González que en agosto votaron a favor de la llamada Ley Nahle.

Furiosa por el proceder del junior, la senadora del PAN, Indira Rosales San Román, dijo que es “totalmente incongruente” que su homólogo Julen Rementería se pronuncie contra las acciones de la 4T en Veracruz y su hijo Bingen apoye a Morena.

Como todo buen padre que defiende a un vástago hasta de sus babosadas más grandes, Julen puede alegar que Bingen está lo suficientemente grandecito para hacer lo que mejor le convenga, pero lo cierto es que el golpe lo agarró desprevenido y lo puso muy maltrecho. Si hasta hace 72 horas era el aspirante invencible del blanquiazul, ahora quién sabe.

¿Qué sigue con Bingen? Dicen que lo van a expulsar del partido por traidor, pero lo mismo dijeron en agosto de Nora y Hugo que ahí siguen, traicionando al PAN y vendiendo la poca dignidad que les quedaba.

¿Y qué sigue con el imparable Julen? Debe estar apesadumbrado al saber que su propio hijo le cortó al menos una de las dos alas que necesita para volar rumbo a la candidatura y eventualmente hacia la gubernatura.

Si por esas cosas que tiene la vida llega a ser candidato, los morenos lo van a tundir. Si bien Julen supo sortear la bronca que desató con su acercamiento al partido ultraderechista VOX y a su líder Santiago Abascal, carece de defensa contra la traición de su hijo y las consecuencias las pagará él.

¿Tiene el PAN un plan B? No tiene nada ni a nadie, sus esperanzas estaban puestas en Julen, pero vino su hijo Bingen y echó al traste con todo, lector.

Lástima, tan bien que iba el senador.

La moraleja de Lima Franco

Hasta los más escépticos tuvieron que aceptar que se equivocaron; hasta hace unos días pocos le creyeron al titular de Finanzas, José Luis Lima Franco, cuando anunció que los maestros recibirían sus emolumentos correspondientes al 3, 2 y 1 por ciento que autorizó el presidente López Obrador.

El 14 de este mes y previo a la comparecencia del gobernador Cuitláhuac García, el funcionario fue abordado por los reporteros a los que dijo que el gobierno estatal contaba con 10 mil millones de pesos para el pago de las dos quincenas y aguinaldos de los burócratas.

“¿Se les pagará completo a los maestros?”, le preguntaron.

“Si, en los 10 mil millones va lo que corresponde a sus dos quincenas, los aguinaldos y la parte del retroactivo por el aumento salarial que se les ha dado”, contestó el funcionario, pero pocos le creyeron.

Ese mismo día, cuando en los celulares de los docentes de Veracruz comenzó a circular el ansiado mensaje de dos palabras “ya cayó”, hasta los más escépticos tuvieron que reconocer que Lima Franco cumplió.

Seamos claros; si se evitaron marchas y plantones que hubieran alterado la paz en los municipios de Veracruz, fue gracias a los buenos oficios de un solo hombre; José Luis Lima Franco, que hizo posible que el pago del aumento a los maestros se hiciera realidad junto con sus quincenas y el aguinaldo.

Moraleja: Cuando habla de dinero, hay que creerle al joven funcionario.

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