Investigadores de la Universidad de Hokkaido (Japón) han diseñado y sintetizado análogos de un nuevo antibiótico eficaz contra bacterias multirresistentes, lo que abre un nuevo frente en la lucha contra estas infecciones.

Los antibióticos son fármacos vitales en el tratamiento de diversas enfermedades bacterianas. Sin embargo, debido a su uso excesivo e incorrecto, el número de cepas bacterianas resistentes a múltiples antibióticos va en aumento, afectando a millones de personas en todo el mundo.

El desarrollo de nuevos compuestos antibacterianos dirigidos contra bacterias resistentes a múltiples fármacos es también un campo activo de investigación para poder controlar este creciente problema.

Este nuevo trabajo, publicado en la revista científica ‘Nature Communications’, detalla el desarrollo de un compuesto antibacteriano muy eficaz contra las bacterias multirresistentes más comunes.

El equipo trabajó en una clase de compuestos antibacterianos llamados esferimicinas. Estos compuestos bloquean la función de una proteína de las bacterias llamada MraY, que es esencial para la replicación de las bacterias y desempeña un papel en la síntesis de la pared celular bacteriana; además, no es un objetivo de los antibióticos comerciales disponibles actualmente.

«Las esferimicinas son compuestos biológicos de estructura muy compleja. Nos propusimos diseñar análogos de esta molécula que fueran más fáciles de fabricar a la vez que más eficaces contra la MraY, aumentando así su actividad antibacteriana. El fármaco que diseñamos era eficaz contra el ‘Staphylococcus aureus’ resistente a la meticilina (SARM) y el ‘Enterococcus faecium’ resistente a la vancomicina (ERV), dos de las bacterias multirresistentes más comunes», ha detallado el líder del estudio, Satoshi Ichikawa.

El equipo analizó las estructuras de la sphaerimicina A mediante modelización molecular asistida por cálculo, y diseñó y sintetizó dos análogos de la sphaerimicina, SPM1 y SPM2, que resultaron eficaces contra bacterias Gram positivas.

A continuación, determinaron la estructura de SPM1 unida a MraY. Estudiando esta estructura y comparándola con la de agentes antibacterianos relacionados, determinaron cómo simplificar aún más las moléculas. Consiguieron desarrollar un análogo más sencillo, el SPM3, cuya actividad era similar a la del SPM1.

Además de su eficacia contra SARM y ERV, los SPM también fueron eficaces contra ‘Mycobacterium tuberculosis’, la bacteria que causa la tuberculosis y que tiene cepas multirresistentes.

«Nuestra aportación más significativa es la construcción del esqueleto central de la sphaerimicina, que puede utilizarse para desarrollar más agentes antibacterianos dirigidos contra el MraY y, por tanto, contra las cepas multirresistentes. La sphaerimicina es muy prometedora porque el MraY también está presente en bacterias Gram negativas», ha concluido Ichikawa.

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