En febrero de 2016, hace ya casi siete años, la entonces rectora de la Universidad Veracruzana, Sara Ladrón de Guevara, marchó junto a miles de estudiantes para exigirle a Javier Duarte que pagara el millonario adeudo que tenía con la UV.

Ahí, frente a palacio de gobierno, la rectora le escupió: “Nos deben y nos tienen que pagar, nos deben el derecho a soñar, nos deben la esperanza de un mejor futuro, nos deben la confianza en las instituciones, nos deben una juventud sin miedos”.

Duarte logró lo que parecía impensable: que la comunidad universitaria volviera a tomar las calles en protesta.

Ahí en un solo grito estaban juntos estudiantes, académicos, funcionarios, deportistas, trabajadores y grupos artísticos de la Universidad Veracruzana (UV). En efecto, la marcha no la convocó la rectora Sara Ladrón de Guevara sino el propio Consejo Universitario.

Aquélla vez se calcula que en la movilización participaron más de 15 mil ciudadanos en la capital del estado. Simultáneamente, se realizaron multitudinarias movilizaciones en los municipios de Veracruz, Boca del Río, Córdoba, Orizaba, Tuxpan, Poza Rica, Coatzacoalcos y Minatitlán.

Antes, durante y después de la manifestación, el hashtag #TodosSomosUV se mantuvo como tendencia a nivel nacional en Twitter.

Acorralado, desesperado y sin dinero, a Duarte lo mejor que se le ocurrió fue dejar un candado en la Constitución para que el gobierno del estado –el cual dejó para salir de pelada- entregara el 4% de su presupuesto a la Máxima Casa de Estudios. Así, de paso le heredaba la papa caliente a Miguel Ángel Yunes.

Bueno, pues la ocurrencia de Duarte ya le calentó la plaza al gobernador Cuitláhuac García, quien presume de ser universitario, pero ha entrado en una agria disputa por negarse a cumplir lo que está en la Constitución.

Desde 2020 el gobierno no ha cumplido con el pago. Y para 2023 se calcula que dejará de darle más de mil millones de pesos que le tocan de acuerdo al texto constitucional. Y es que resulta que, si el Presupuesto del gobierno aumenta, en automático lo debe hacer el de la Universidad Veracruzana.

Ayer el Consejo Universitario aprobó que el rector Martín Aguilar Sánchez exija al gobierno el pago del adeudo, además de aceptar, por el momento, el ofrecimiento de que el próximo año el gobierno daría un subsidio extraordinario por 250 millones de pesos. Esta cantidad sería una especie de compensación por incumplir la ley.

En el presupuesto del gobierno estatal 2023, apenas se está asignando un millón de pesos más que en el año que está por terminar, como ha venido sucediendo desde el 2020. La diferencia entre lo que dice la Constitución y lo que pretende darle el gobierno a la UV es de mil millones de pesos, es decir, casi la cuarta parte de su presupuesto total.

“La universidad está dispuesta a marchar, somos expertos en eso” ya le advirtieron al gobernador ante el incumplimiento, pero algo aún peor: la tentación de utilizar su mayoría legislativa para quitarle a la Universidad su autonomía presupuestal.

#TodosSomosUV está por revivir. Y el gobierno no tiene la más peregrina idea de cómo enfrentar el problema que se le viene encima. El actual rector, sumiso y anodino, tampoco.

Es posible que sea una aberración presupuestal ante las necesidades del estado, pero está en la Constitución y eso no lo han cambiado. El gobierno le tiene que dar el 4 por ciento de su presupuesto total a la Universidad. Así de simple.

Veremos si Cuitláhuac aguanta la movilización estudiantil.

Cuitláhuac ya no se sube a taxis

Qué lejos quedaron los días en que el gobernador caminaba a pata por la colonia Progreso Macuiltépetl o cuando en un efímero acto de populismo se le ocurrió viajar en ADO, ya siendo mandatario estatal.

Resulta que ahora, ante la voracidad de los taxistas, decidió lavarse las manos respecto a la actualización de las tarifas y dice que no corresponde a su gobierno establecerlas. ¿Entonces a quién carajos? ¿Para qué está la Dirección de Transporte?

Pide, hágame el refabrón cavor, que sean los usuarios los que negocien directamente con los choferes para establecer la tarifa, como si ignorara que basta que todos los taxistas se pongan de acuerdo para cobrar lo que les venga en gana, total, el gobierno no se va a meter porque fue “un acuerdo entre el usuario y el chofer”.

Cómo se ve que el aburguesado gobernador ya no se sube a taxis.

 Vuelve el cubrebocas

 Otra vez diciembre dispara los contagios de Covid. Por aumento de casos positivos, las autoridades sanitarias de Puebla anunciaron el uso obligatorio del cubre brocas a partir de mañana miércoles 21 de diciembre. Antes ya lo habían decretado los estados de Nuevo León, Tamaulipas y el estado de México.

En este invierno estaremos viviendo la sexta ola de Covid, y nuevamente las negligentes autoridades de salud federal insisten en que no hay nada de qué preocuparse. Hasta ahora no hay la intención de volver a cerrar lugares públicos o reducir su aforo; basta con que se use el cubre bocas. ¡Hay que cuidarse!

 La ratonera

Dice el presidente que el atentado contra Ciro Gómez Leyva fue para manchar la inmaculada imagen de su gobierno. Y después de que le ofreció su solidaridad, ayer le volvió a restregar que es un simple vocero del conservadurismo y los adversarios del mandatario. El cólera gobierna palacio nacional, lo que lo vuelve cada vez más peligroso.