Desde febrero de 2019, Astrid Lechuga Toral, egresada de la Licenciatura en Educación Artística de la Universidad Veracruzana (UV), y Héctor Emmanuel Arcos Gómez, integrante de la agrupación Tlen-Huicani de esta casa de estudios, fomentan el conocimiento de la música folclórica mexicana a través del grupo infantil Pilcuicani.

La iniciativa surgió con la finalidad de crear un ensamble en donde niñas y niños pudieran acercarse a este género musical mediante la práctica constante, y a partir de allí enamorarse de ella.

Héctor Arcos compartió que Pilcuicani –vocablo náhuatl que significa “niños cantores”– nació con tres integrantes que eran hijos de conocidos que se dedicaban a la música; las melodías que tocaron en un inicio fueron de son jarocho, entre las que estuvieron El colás, La bamba, La bruja y El jaquetón.

Posteriormente continuaron con sones de Guerrero, para después retomar algunos que se interpretan en el Ballet Folklórico de la UV, como El zopilote, La iguana y El toro rabón y su primera presentación se realizó en el Casino Xalapeño, contando con el apoyo de la Dirección General de Difusión Cultural (DGDC) de la UV.

Astrid Lechuga mencionó que al conformar Pilcuicani buscaron niñas y niños que tuvieran la capacidad de tocar varios instrumentos, cualidad necesaria para interpretar música de diferentes estados, ya que cada región tiene estilo y sonidos propios.

“Aunque el primer acercamiento se dio con el son jarocho, México es poseedor de una cultura rica y se puede crear un amplio repertorio a partir de ella”, aseguró.

Actualmente el grupo se encuentra integrado por cinco personas cuya edad va de los 11 a los 16 años, quienes apoyan en el montaje escénico, acción que requiere de mucho esfuerzo debido a la variedad de instrumentos que ocupan.

Han tenido la oportunidad de presentarse en distintos sitios de Xalapa, como la Escuela Industrial “Concepción Quirós Pérez”, el Teatro “J.J. Herrera” y el foro de la DGDC, siendo la primera agrupación independiente en hacerlo.

Emmanuel Grajales Molina, quien tiene 16 años y es miembro fundador de Pilcuicani, relató que aunque desde pequeño le gusta mucho la música, ignoraba su trasfondo.

Comentó que pertenecer al grupo le ha brindado la oportunidad de visitar escenarios y conocer personas que le enseñan sobre el folclor nacional; entre sus planes se encuentra ingresar a la Facultad de Música de la UV y formarse profesionalmente en esta entidad académica.

“La agrupación no sólo me ha dado amigos, sino una segunda familia que quiero y me apoya en todo momento”, enfatizó.

Astrid Lechuga declaró que ella y Héctor Arcos son amantes del folclor y que a través de Pilcuicani buscan que la sociedad reconozca la enorme diversidad cultural que México proporciona, de la que mucha gente no tiene idea.

“También esperamos que los pequeños del grupo inspiren a otros, si no a ser ejecutantes, sí a ser público de la música folclórica”, puntualizó.

Héctor Arcos mencionó que entre los planes a futuro está continuar con las presentaciones, nutrirse de nuevos repertorios y montajes, así como iniciar con grabaciones de videos.

“Si quienes integran Pilcuicani después se dedican a la música es algo que no importa, lo que nos interesa es que desde temprana edad se acostumbren a realizar las cosas bien y de una manera profesional”, manifestó.

AVC

Conéctate con Formato7:

APUNTES | Una caballada muy gorda