Empresarios y economistas advierten que el anuncio del presidente Andrés Manuel López Obrador sobre el incremento al salario mínimo para 2023 tendrá consecuencias económicas negativas no solo para las empresas pues podría generar aumentos en el costo de productos y servicios que anularían el alza de 20 por ciento anunciada.

Este jueves, López Obrador señaló que a partir de 2023 el salario mínimo pasará de 172 a 207 pesos diarios; es decir, 6 mil 223 pesos al mes. Y aunque el mandatario afirmó que el sector empresarial estuvo de acuerdo con el aumento, estos afirman que no fueron consultados.

El presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Xalapa, Carlos Antonio Luna Gómez, señaló que si bien el aumento es un tema de justicia social la carga será para las empresas, principalmente las micro y pequeñas y advirtió que el gobierno federal “los ahorca”.

“No nada más es elevar el salario de los empleados, es también para las prestaciones sociales que se les dan a los trabajadores. En el caso de Veracruz además es el 3 por ciento del impuesto a las remuneraciones, el ISR, el Seguro Social. Solamente los patrones absorbemos estos impactos, aunado a la inflación, el encarecimiento de las cadenas productivas”.

Dijo que elevar el salario en la proporción que se ha hecho durante este gobierno ha repercutido negativamente porque se enfrentan los efectos de una crisis económica y social, por lo que insistió en que va a impactar a las pequeñas empresa.

“La verdadera afectación es para ese nivel, en donde tratamos de sobrevivir a toda la vorágine de sucesos que ocurren a nivel internacional, nacional y local. Los aumentos deben ser paulatinos para poder preparar a las empresas”.

Además, el empresario dijo que con el aumento que implica se incrementarán los costos de productos lo que a su vez implica un menor poder adquisitivo par las familias.

“El empresario ha tenido que poner promociones en sus productos y eso quiere decir que el margen de utilidad ha bajado a pesar de que los costos de la materia prima se han incrementado”.

Por ello, advirtió que en el siguiente año habrá muchas empresas que aumentarán los costos y eso se “comerá” el aumento al salario mínimo.

Luna Gómez comentó que es lamentable que los tributantes sigan siendo los mismos que siguen absorbiendo los incrementos en impuestos y salarios mínimos, pues dijo “nos están ahorcando”.

“Tenemos una base gravable que somos los de siempre, y damos sostenimiento a todos los programas sociales, damos oportunidad de mover económicamente al país. Que aumente la base gravable para palear la necesidad de recursos que tiene el Gobierno para operar todos los programas. Nos están ahorcando, nos siguen gravando y fiscalizando a las empresas que siempre hemos estado y pagamos impuestos”.

Además, negó que hayan sido consultados para tomar la decisión del incremento, a pesar de lo que señaló el presidente Andrés Manuel López Obrador.

“No fuimos consultados, desconocemos el motivo, pero no fuimos consultados, lo vemos como un impacto negativo para las empresas, principalmente para las micro y pequeñas empresas”.

Aumento real no es del 20 sino del 12%

Por su parte, el investigador y economista de la Universidad Veracruzana (UV) del Hilario Barcelata Chávez, señaló que el anuncio se trata de un incremento nominal pero se debe descontar la inflación.

“Cuando se descuenta vemos que el incremento que nominalmente es de 20 por ciento, en términos reales será de 12 por ciento, si bien queda por encima de la inflación no es tan elevado como sonaría”.

Y agregó que aunque el aumento fortalece los ingresos de las personas que ganan el salario mínimo no resuelve el hecho de que la mayor parte de las personas que ganan un salario mínimo se encuentran en la economía informal y enfrentan la carencia de las prestaciones laborales.

“Aunque el salario mínimo se incremente, sigue siendo una condición de trabajo muy precaria, en donde el recurso que reciben debe alcanzarle para muchas cosas, pero incluye la atención a la salud, para tener una pensión en el futuro, cosa que no sucede. Esto no resuelve la condición de precariedad de las personas, porque aunque una persona gane 207 pesos, si se enferma ahí se le va a ir el incremento del salario”.

Por ello, el especialista dijo que junto con el incremento salarial habría que establecer medidas que resolvieran el problema de la informalidad referida a la falta de prestaciones laborales porque de otra manera no se resuelve la economía doméstica.

Además, comentó que los salarios representan un costo de operación de las empresas y como aumentan el costo de los insumos tienen que hacer el ajuste de sus precios para poder solventar el incremento salarial, sin deteriorar su nivel de utilidades.

AVC

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