Una vez pasada la parafernalia de las fiestas de «Día de muertos» en esta población, los habitantes llevan a cabo el corte de la flor de cempasúchil, que se venderá en los mercados de las principales ciudades de la región.

Hombres, mujeres y niños, desde temprana hora, se van a los campos a realizar el corte de la flor, a cambio de un jornal de 200 pesos diarios, con un machete como único instrumento de trabajo, bajo el sol del mediodía.

Todos están a la espera de la llegada de los posibles compradores de flor, de Xalapa, Coatepec, Xico e incluso de Martínez de la Torre o de Tlaxcala, ya que saben que lo que no se venda a más tardar domingo o lunes ya se quedó.

Así culmina un proceso que inició el 10 de agosto, día en que se planta, diez días después se trasplanta y de allí hasta el 23 de octubre cuando aproximadamente inicia el corte.

Las camionetas de los compradores foráneos se aparecen en el pueblo, recorren las plantaciones y se detienen a preguntar el costo de la flor que les gusta.

Eligen los rollos que ya están preparados, los trabajadores los colocan en las bateas y los vehículos salen hasta el tope hacia su destino.

Gallina

Cuando se recorren los campos de cultivo es común escuchar comentarios de felicitación para quienes su flor alcanzó su punto exacto y se observa grande y redonda, sin embargo otros no tuvieron la misma suerte y la flor se observa pequeña y triste.

Esto es producto de una plaga que llaman “gallina”, que ataca la raíz de flor y la seca, por lo que hay quienes tuvieron que plantar dos veces, con las consecuentes pérdidas económicas.

Señalan que la flor en la región de Paxtepec no reventó, está verde y se quedó en botón, a diferencia de la flor de Puebla, que le dan su foliada y es cultivada con agroquímicos.

Sin embargo expresan orgullosos que a pesar de ello, la flor de San Pablo Coapan es mejor y tiene mayor aroma.

Para irla pasando

Pedro Hernández, quien tiene una parcela de tres cuartos de hectárea, expresaa que este es el décimo año que cultiva, corta y vende esta flor, la cual contra lo que se piensa, solo deja para irla pasando, y para comprar lo más inmediato para la familia.

Agrega que la inversión en este terreno fue de 15 mil pesos, lo que incluye la semilla, pago a los jornaleros para la siembra y el corte, renta de una yunta o un tractor, un vehículo para sacar la flor a la venta sino llega el cliente al terreno y la renta del terreno porque no es suyo.

Pone como ejemplo que tan solo una camioneta en renta para sacar la flor a Coacoatzintla les cobra 400 pesos por 100 rollos y a Banderilla o Naolinco 600, no pasando la carga del tubular, más los peones para cargar.

«Pues ya no podemos hacer nada si no llega el cliente, ahí se quedó, pero se necesita el dinero, no es negocio, es para pasarla, para el panecito, para comer y si hay un guardadito para llegar a diciembre y para cultivar elote cuando pase la flor».

Regateo

A esto hay que añadir que muchos de los que llegan a adquirir la flor regatean el precio y quieren pagar 25 pesos el rollo como el año pasado, cuando en este momento se maneja en 50 pesos.

En los mercados de Xalapa el rollo se vende en aproximadamente 150 pesos, por lo que los que revenden ganan el triple de lo que pagan: “De los rollos que nosotros vendemos ellos sacan cuatro o cinco rollos,

Con tres hijos adolescentes en la escuela, expresa que con el cultivo de flor, elote, frijol o calabacita, tienen que salir los gastos diarios para vivir.

Asegura que aunque la flor que se cultiva en Puebla es más grande, está más “ralita” y la de aquí está más llena, además de que es más olorosa porque en San Pablo Coapan no le ponen agroquímicos, es natural.

AVC

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