La Arquidiócesis de Xalapa de Xalapa señala que la conmemoración de los fieles difuntos en México no tiene nada que ver con el culto a la muerte que se ha difundido por muchos lugares.

“El recuerdo de nuestros difuntos nos lleve a tomar conciencia de que nuestra existencia es limitada, nuestro paso por este mundo es pasajero, la vida que ahora tenemos es prestada, un día vamos a morir y necesitaremos de las oraciones de los demás”.

A través del boletín dominical, expresa que todos los que creemos en Jesús sabemos que la muerte es solo una etapa de nuestra exigencia y el paso obligado que todos debemos dar algún día para encontrarnos con Dios.

“El momento de la muerte es como una puerta que se abre y nos introduce a la eternidad. La muerte no es nuestro destino, nuestra meta final es vivir en la casa de Dios, en la morada eterna para contemplar en plenitud a nuestro creador”.

El documento expone que la festividad de Todos los Santos nos recuerda nuestra vocación a la santidad que recibimos en el bautismo: “El que vive en comunidad con Dios y con sus hermanos vive ay en la santidad”.

Por último comunica que es necesario recordar que además de las plegarias personales, la oración más completa que ayuda a nuestros difuntos es la sagrada eucaristía. San Agustín solía decir: “Una flor sobre su tumba se marchita, una lágrima sobre su recuerdo se evapora, una oración por tu alma la recibe Dios”. Las tres cosas se pueden hacer pero la que mas aprovecha es la última.

AVC

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