Durante las excavaciones que se están llevando a cabo en la localidad de Ysby, en la provincia de Halland, en el suroeste de Suecia, un equipo de arqueólogos ha desenterrado un singular amuleto con forma de martillo de Thor, al que han calificado de «único en su tipo». En la mitología nórdica, el martillo de Thor, conocido como Mjönir (que podría traducirse como «demoledor»), era el arma que empleaba este terrible dios de la guerra para proteger el Asgard, la morada de los dioses.
El amuleto, que data de finales del siglo X, mide tres centímetros de largo y está fundido en plomo. Fue descubierto muy cerca de un futuro parque de viviendas que va a construirse en esta localidad sueca. En excavaciones anteriores llevadas a cabo en el mismo lugar, los arqueólogos sacaron a la luz varias herramientas del Neolítico y la Edad del Hierro, aunque este amuleto es el primero que los investigadores han descubierto en la provincia de Halland.
«único en su tipo»
El amuleto presenta un pequeño agujero que atraviesa el martillo por su eje, por el que se deslizaba algún tipo de cuerda que servia para colgarlo al cuello y usarlo como amuleto protector. Los arqueólogos también han podido observar en él un grabado en forma de patrón entrelazado (líneas y formas geométricas) en una de las caras del martillo.
El amuleto tiene un pequeño agujero que atraviesa el martillo por su eje, por el que se deslizaba algún tipo de cuerda.
Durante la época vikinga, el Mjönir era utilizado como un amuleto apotropaico, es decir, como un mecanismo de defensa mágico o sobrenatural que invocaba el poder divino y protector de Thor para que alejase al mal del portador. En la época en la que empezó a usarse este tipo de amuleto, el área de Halland ya comenzaba a convertirse al cristianismo, y, más allá de los poderes protectores del colgante, este era un símbolo de lealtad al Forn Siðr (cuyo significado es «la forma antigua»), dicho de otra manera, era el modo que tenía la población de continuar con las tradiciones antiguas en lugar de abrazar la nueva religión.
Par Wraning, del museo Kulturmiljö de Halland, ha declarado que antes de que se puedan empezar a realizar análisis sobre los restos metálicos de la pieza, el amuleto debe pasar primero por un trabajo de restauración con el objetivo de preservar esta frágil pieza. Objetos similares encontrados en otros yacimientos eran normalmente plateados o dorados, pero en este caso, hasta que no terminen los trabajos de restauración y se examine minuciosamente el martillo, los investigadores no podrán determinar con total seguridad su auténtica composición.
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